7 de abril de 2009

Boleta de calificaciones


Era miércoles, 8:00 a. m., llegue puntual a la escuela de mi hijo. - No olviden venir a la reunión, es obligatoria - fue lo que la maestra había dicho un día antes. - ¡Pues qué cree la maestra! ¿Qué cree que podemos disponer
del tiempo a la hora que ella diga?. Si supiera qué importante era la reunión que tenía a las 8:30 A.M .. de aquí dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!
Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente estaba pensando cómo resolver lo de ese negocio, probablemente
podríamos comprar esa nueva televisión con el dinero que recibiría.

- Juan Rodríguez!... escuché a lo lejos. ¿No está el papá de Juan Rodríguez? dijo la maestra. -Sí aquí estoy- contesté pasando a recibir la boleta de mi hijo. Regresé a mi silla y me dispuse a verla.

- ¿Para esto vine? ¿Qué es esto?..-

La boleta estaba llena de seises y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones de mi hijo.

De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba...., ¡si le doy todo! ¡Nada le falta ¡Ahora sí le va a ir muy mal!... Me estacioné y salí del carro, entré a la casa, azoté la puerta y grité ...¡Ven acá Juan!

Juan estaba en su recamara y corrió a abrazarme. - ¡Papá!...

- ¡Qué papá ni que nada!- Lo retiré de mí, me quité el cincho y no sé cuantos golpes le di, al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. ¡¡¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!! - terminé.

Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba. Mi esposa no dijo nada, sólo movió la cabeza negativamente y se fue a la mesa a escribir.

Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa me entregó la boleta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco y me dijo - Léele despacio y después toma tu decisión-

Ésta decía así...

BOLETA DE CALIFICACIONES "PARA EL PAPÁ"

Tiempo que le dedicas a tu hijo -
Calificación
1. En conversar con él a la hora de dormir
2. En jugar con él
3. En ayudarlo a hacer la tarea
4. En salir de paseo en Familia
5. En contarle un cuento antes de dormir
6. En abrazarlo y besarlo
7. En ver la televisión con él

El me había puesto seises y sietes, yo me hubiera calificado con menos de cincos.

Me levanté y corrí a la recamara de mi hijo, lo abracé y lloré..., Quería regresar el tiempo, pero era imposible.
Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por sus lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: ¡te quiero papá!

Cerró sus ojos y se durmió.

Ojalá este relato, que no es extraño para muchos de nosotros, sea ese REMEDIO, que nos haga despertar y darle el VALOR a lo que realmente es de valor para nosotros.

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