29 de diciembre de 2012

La viejita malhumorada



¿Qué ven hermanas? ¿Qué ven? ¿Qué piensan cuando me miran?

Una vieja malhumorada, no demasiado inteligente, de costumbres inciertas, con sus ojos soñadores fijos en la lejanía.

La vieja que escupe la comida y no contesta cuando tratan de convencerla “Dele, haga un pequeño esfuerzo”

La viejita, quien ustedes creen que no se da cuenta de las cosas que ustedes hacen y que continuamente pierde el guante o el zapato. La viejita, quien contra su voluntad, pero mansamente les permite que hagan lo que quieran, que la bañen y alimenten, sólo para que así pase el largo día.

¿Es eso lo que piensan? ¿Es eso lo que ven? Si es así, abran los ojos, hermanas, porque esto que ustedes ven ¡no soy yo!

Les voy a contar quién soy, cuando aquí estoy sentada tan tranquila, tal como me ordenan, cuando como por orden de ustedes. Soy una niñita de diez años que tiene padre y madre, hermanos y hermanas, que se aman.

Soy una jovencita de dieciséis años, con alas en los pies, que sueña que pronto encontrará a su amado. Soy una novia a los veinte, mi corazón da brincos, cuando hago la promesa que me ata hasta el fin de mi vida. Ahora tengo veinticinco, tengo mis hijos, quienes necesitan que los guíe, tengo un hogar seguro y feliz.

Soy mujer a los treinta, los hijos crecen rápido, estamos unidos con lazos que deberían durar para siempre. Cuando cumplo cuarenta mis hijos ya crecieron y no están en casa, pero a mi lado está mi esposo que se ocupa de que yo no esté triste.

A los cincuenta, otra vez, sobre mis rodillas juegan los bebés, de nuevo conozco a los niños, a mis seres amados y a mí. Sobre mí se ciernen nubes oscuras, mi esposo ha muerto, cuando veo el futuro me erizo toda de terror.

Mis hijos se alejan, tienen a sus propios hijos, pienso en todos los años que pasaron y en el amor que conocí. Ahora soy una vieja. Qué cruel es la naturaleza! La vejez es una burla que convierte al ser humano en un alienado. El cuerpo se marchita, el atractivo y la fuerza desaparecen, allí, donde una vez tuve el corazón ahora hay una piedra.

Sin embargo, dentro de estas viejas ruinas todavía vive la jovencita. Mi fatigado corazón, de vez en cuando, todavía sabe rebosar de sentimientos.

Recuerdo los días felices y los tristes. En mi pensamiento vuelvo a amar y vuelvo a vivir mi pasado. Pienso en todos esos años que fueron demasiado pocos y pasaron demasiado rápido, y acepto el hecho inevitable que nada puede durar para siempre.

Por eso, gente, abran sus ojos, abran sus ojos y vean! Ante ustedes no está una vieja malhumorada ante ustedes ¡¡Estoy YO!!
Recuerden este poema la próxima vez que se encuentren con una persona mayor y a quien tal vez esquiven, sin mirar primero su alma joven. Todos vamos a estar algún día en su lugar

Nunca se olviden de los viejos malhumorados

¿Adolescencia? ¿Que es eso?



Recuerdo que de pequeña quería crecer, ser adolescente, sentirme bonita, lucir los mejores vestidos y tacones, hoy que lo soy nada me haría más feliz que volver a ser una niña pequeña.

Es que en realidad son demasiados cambios en poco tiempo; es ver a tus padres como personas que te privan de la “diversión” cuando antes los veías como unos héroes.

Es ver a la persona que te gusta y sentir que se te sale el corazón o peor aun ¡las hormonas! Cuando antes te parecía asqueroso ver a personas besarse.

O sentir que nadie te entiende y pensar “Si supieran lo difícil que es mi vida”

O bien estar tan frustrado que ni tu mismo te logras entender; ¿Qué me pasa? Te preguntas, descubres cosas muy nuevas y surge la pregunta del “¿Qué van a pensar de mi?”

Querido adolescente…

¡VIVE! Eres joven más no adulto. Aun eres casi un niño, cuídate como tal

¡DISFRUTA! Si te la vives pensando en el querer tener a todo el mundo contento debes entender que eso JAMAS lo lograras ¡se tu mismo!

¡PIENSA! Si ya lo sé, lo único que quieres es “divertirte” pero no seas tonto, hay errores que no se arreglan, si tan adulto te crees piensa como tal; ¡con madurez!

¡VALORA! A tus padres y a los pocos verdaderos amigos

¡NO TE PASES! Te apuesto que tienes menos de 18 años, ósea una hermosa y larga vida por delante, no la quieras echar a perder enredándote en la droga o en cualquier otra cosa estúpida que solo terminara por destruirte.

Pero sobre todo ¡CUIDATE! Por favor no te quieras sentir el “Niño grande” ¡NO LO ERES! Entiende no vas a crecer ni mucho menos a madurar por beber hasta ponerte borracho, ni por fumar, ni por drogarte, mucho menos te harás mas mujer o mas hombre teniendo sexo; la madurez se mide desde otro punto muy diferente…

¡Niño! ¡Niña! Disfruta esta etapa que es maravillosa, no la eches a perder de un día para otro; recuerda que todo a su tiempo…

Aracely Sarahy Orozco Aranda 
3° A t/m Generación 2010-2013 
Escuela Secundaria Técnica 85 Tonalá, Jalisco