24 de diciembre de 2014

¡Bienvenido enero y año nuevo!



El tiempo pasa volando casi sin darnos cuenta.

Hace nada era otro año, y aunque todo parece ser prácticamente igual, ahora estamos viviendo un nuevo año.

¿Y qué tiene de diferente este año?
Nada, la verdad es que todo sigue igual: el mismo sol, los días iguales, el mismo aire, el mismo ambiente, la misma semana… sólo el número del año es diferente.
Pero....
Tú puedes hacer que este año sea diferente.

En tus manos está la capacidad de lograr que todo sea diferente este año: lograr cambios en tu vida, en tu familia, en tus amistades, comunidad, pueblo, país y mundo. Por insignificante que te sientas, si tú personalmente aportas tu propio granito de arena, lograrás realizar valiosos cambios.

Lo importante de llegar a enero comenzando un nuevo año no es que ayer fuese un año y hoy otro… lo importante es llegar al día de hoy haciendo una diferencia.

¿Cómo?
Buscando la paz, amor, teniendo fe, esperanzas, modificando actitudes, ayudando y sirviendo a los demás, acercándonos a Dios y caminando de su mano…

Si tú pones de tu parte en hacer que las cosas sean mejores, no tengo duda de que lo lograrás.

Navidad sin ti


En Navidad es cuando más recordamos a los fallecidos

En Navidad recordamos mucho a los seres queridos con quien en el pasado compartimos días alegres y festivos.
Les extrañaremos siempre, que en paz descansen.

¿Cómo no recordarles y añorarles en Navidad?¿Cómo no extrañarles cuando vemos su asiento vacío?Nos han dejado un vacío que nunca podremos llenar.
Nunca llega el olvido de un ser amado que ha fallecido, pues siempre estarán en nuestros corazones, en cada cosa que hacemos o dejamos de hacer…
Tratamos de superar el dolor de su pérdida, pero la muerte no se supera nunca, sólo se puede aprender a vivir sin ellos a nuestro lado.

En Navidad recordamos más a quien el día de ayer estuvo a nuestro lado y que ya nunca más podrá estar, ni tan siquiera para darnos un abrazo o una sonrisa. Nos resignamos, recordando los momentos vividos con ellos, las Navidades pasadas a su lado… unas Navidades que nunca más serán lo mismo, porque nunca más estarán.

Cerramos los ojos y por un sólo instante quisiéramos volver hablar, o tocar sus manos o abrazarlos…
pero ya no están.

Y alzamos la mirada al cielo, con la esperanza de que quizás nos estén mirando desde lo alto, escuchando nuestro corazón… y al hacerlo, lágrimas se forman en nuestros ojos.

Ojalá hubiese una escalera hasta el cielo para poder abrazarlos y decirles que les extrañamos, que nada ha sido igual desde su último aliento.

Mas la vida continúa, no queda más que confiar que Dios nos dé un bálsamo para aliviar el dolor. Así es la vida, nacemos y morimos: los que se van primero lo hacen dejando un largo camino de tristeza para los que quedamos atrás.

Sí, ojalá hubiese una escalera hasta el cielo para abrazarlos por Navidad y decir “te quiero tanto que hasta duele respirar”…

Un padre muerto, una madre fallecida, un hijo fallecido, un hermano que se ha ido, un papá que murió, una mamá que nunca volverá pues pasó a mejor vida... un amigo, amiga, familiar, abuelo, abuela... qué triste es cuando han muerto, fallecido, te extraño, te echo de menos, quisiera que aun vivieses.

La docencia es como un viaje en tren



La docencia es como un viaje en tren

La docencia es como un viaje en tren…
Observen que en la escuela o Universidad, las aulas son como sus vagones…
Y a nosotros se nos hace responsables de uno de ellos
Todos los años suben al tren nuestros alumnos
Y empiezan o continúan un viaje fascinante…

A nuestro vagón sube ese alumno rebelde, el estudioso, el cariñoso y el creativo…
Y con TODOS ellos, comenzamos a recorrer el Camino…
¿Nuestra responsabilidad?
¡GUIARLOS A BUEN DESTINO!…

En otros vagones, están nuestros compañeros, docentes que eligieron este mismo tren
Con los que compartimos momentos inolvidables
Y que no debemos dejar de ver para alimentar nuestra amistad
Porque si no los vemos, es posible que el día que lo intentemos…

Ya no estén…
Y pensaremos que no hemos sido buenos compañeros de viaje…
¿SABEN CUÁL ES EL MAYOR INTERROGANTE?
SI NUESTROS ALUMNOS VAN A VALORAR LO QUE ELEGIMOS HACER
SI LOGRAMOS DEJAR HUELLA EN ELLOS, O NO…

La verdad es que no siempre lo sabemos…
Algunos terminan su viaje con nosotros, Y JAMÁS volvemos a verlos…
Pero otros…
Y ESO ES LO MÁS GRATIFICANTE DE NUESTRA PROFESIÓN…

VISITAN EL TREN PARA MOSTRARNOS QUIENES LLEGARON A SER
CUANTO HEMOS AYUDADO A QUE LO SEAN
Y CUANTO VALORAN HABER VIAJADO CON NOSOTROS…

ES CUANDO SENTIMOS QUE EL TREN VA MÁS RÁPIDO
Es cuando confirmamos que este
ES UN HERMOSO VIAJE
Pero como todo viaje, también tendrá una estación final para nosotros…

Y en ese momento nos preguntamos: si ayudamos a construír la vida de todos aquellos que viajaron con nosotras en nuestro vagón…

Pero sobre todo…
Si fuimos felices por haber elegido el mejor trabajo del mundo…
El de ayudar a los padres a modelar hombres y mujeres de bien…
El de transmitir valores y principios legados por nuestros abuelos, y…

¿Saben qué?…

Cuando me toque a mí responderme este interrogante, me animaré a recordarme que no desaproveché esta hermosa oportunidad…

Les deseo que tengan un
FELÍZ VIAJE!