7 de abril de 2009

Aprende a vivir con menos



Así como existen cientos de dietas para perder peso, en el mundo financiero hay un sinnúmero de métodos para mejorar tu economía personal.

El truco está en aplicar la fórmula que más le funcione a tu bolsillo. Ya sea que estés empezando a edificar tu fortuna o a punto de iniciar una nueva vida (quizás graduándote de la universidad y contrayendo matrimonio), debes aprender a sobrevivir con poco.

Es necesario que disciplines tus finanzas y desarrolles hábitos de ahorro. Si aprendes esto y evitas tomar decisiones apresuradas, harás crecer tu dinero y nunca acabarás en la ruina.

A continuación algunos consejos básicos para aprender a vivir en austeridad...

De la moda, lo que te acomoda: Conseguir tu primer trabajo significa una gran noticia. Pero hacerte de un guardaropa adecuado para la oficina no es nada barato, y más si quieres ir con las tendencias de la moda.

De ahí surge el consejo de comprar lo que más le acomode a tu bolsillo.

Lo más factible es que adquieras ropa de vestir en tiendas económicas y estés atento a las ofertas de descuento.

Una alternativa para ahorrar: Compra en tiendas de ropa usada.

¡Paciencia! Ya llegará el momento que tu salario te permita comprarte muchas más cosas.


Vive un salario atrasado: Ahora que comienzas una vida laboral verás que con el tiempo tu salario experimentará mejoría.

No obstante, una sabia recomendación es que no gastes la suma que te aumentaron en tu salario, sino que lo metas al banco.

De lo que se trata es que al próximo pago que te aumenten, ahora sí podrás gastar ese por ciento que te aumentaron la vez anterior.

Así te acostumbrarás a vivir con la cantidad que te pagaban un salario antes y lograrás ahorrar.

Debes evitar aplicar la idea de que "mientras más ganas, más gastas", y hacer todo lo contrario, "mientras más ganes, más debes guardar".

Olvídate de los pagos extra: Muchas veces recibirás bonificaciones o pagos adicionales que no habías previsto: Ya sean por trabajar horas extras, un mérito a tu trabajo, o premios, etc.

Si tu ya estás acostumbrado a salir adelante con lo que te pagan regularmente cada mes, qué necesidad hay de que gastes en un brote de alegría esos pagos adicionales.

No está mal que de vez en cuando te des tus gustos, pero si mejor los metes al banco, al final del año la gran sorpresa de lo que juntaste te sabrá a gloria.

Además, si usas lo ahorrado para crear un fondo de emergencia, podrás recurrir a ese dinero guardado cuando de verdad lo necesites.

Gasta menos en tus comidas: A la hora de realizar una lista de gastos mensuales es recomendable que te preguntes cuánto dinero destinas para la comida.

Ten en cuenta que comer en restaurantes cuesta hasta el triple de lo que gastarías si tú mismo la cocinaras.

Si aprendes a preparar el almuerzo, verás que tus gastos en alimentos disminuirán enseguida. Al mismo tiempo, comer en casa puede ser mucho más saludable.

No está mal salir con tus compañeros de trabajo a comer, mientras no lo hagas a diario. De lo contrario tus gastos en alimentación se terminarán comiendo todo tu salario.

Cuidado con tus cuentas de teléfono: Es cierto que traer un celular contigo se ha vuelto una necesidad. Sin embargo, hay que ser inteligentes al usarlos pues una conversación telefónica puede resultar terriblemente cara.

Debes aprender desde el principio a usar tu teléfono móvil sólo para emergencias y quizás optar por el método de tarjetas prepagadas a la hora de llamar.

De esta forma regularás mejor los minutos que hablas y te librarás de pagar cuentas excesivas en tu recibo telefónico.

Es importante que al menos una vez al año revises tu plan de teléfonos y selecciones el que mejor se ajuste a tu bolsillo y necesidades.

¿Estás listo para comprar casa? Quizá te llegó la hora de iniciar una vida en pareja y, entre la emoción de la boda y la luna de miel también tienes la ilusión de estrenar casa y hasta un auto nuevo. Pero ¿podrás con todos estos gastos?

Un error común es adquirir una cuantiosa deuda de una hipoteca al mismo tiempo que otros compromisos. Recuerda que la mensualidad de tu casa no sólo pagará la hipoteca; hay gastos adicionales como impuestos, seguros, mantenimiento, etc.

Lo ideal es no comprar casa hasta que estés listo. Ahorra lo más que puedas para dar el mayor pago inicial posible y, antes de salir a buscar una propiedad, revisa tu crédito para ver qué tipo de financiamiento podrás adquirir.

Decirle adiós a tu automóvil viejo: Por fin sientes estar listo para deshacerte de tu vehículo viejo y comprarte uno nuevo.

Ya sea en pagos o de contado, por qué no tratar de vender tu auto viejo para recaudar más dinero para la nueva adquisición.

Ofrecerlo tú mismo será mejor que dejarlo a concesión de un vendedor de autos.

Al igual que con la compra de una casa, antes de salir a comprar un vehículo, solicita un préstamo.

El financiamiento que te ofrecerán en la tienda no siempre será el mejor negocio para tu bolsillo.

Dos planes médicos es mejor que uno: Si tu pareja trabaja al igual que tu, es probable que también tenga acceso a un buen seguro médico.

Ambos podrán comparar los dos seguros para saber cuál tiene la mayor cobertura a menor costo. Una vez que hagan esto, podrán cambiarse al plan que cueste menos a largo plazo.
Contratos cortos, control garantizado: Sobran los dedos de una mano para contar cuántos servicios te ves obligado a contratar por periodos definidos y bajo un contrato.

Rentas telefónicas, televisión de paga, suscripciones editoriales, servicios de salud, etc, todos estos pueden significar cargas pesadas para tu bolsillo por largas temporadas.

Por eso es recomendable no contratar un servicio por un periodo muy largo para detener el contrato si las tarifas suben excesivamente.

De lo contrario es seguro que pasarás un mal rato tratando de cancelar el servicio porque la nueva tarifa es demasiado para tí.

Compras básicas y regulares: Mantén siempre los pies en el suelo y, si llegas a tener un poco de dinero sobrante, nunca lo gastes en excentricidades.

Si tienes hijos, por ejemplo, recuerda que los niños crecen rápido y no aprovechan ropa de excesiva calidad.

Los muebles son más baratos si vienen en pino sencillo y no en caoba -además sirven para lo mismo-, los accesorios de lujo y adornos no son necesarios para vivir.

Es importante tomar en cuenta esto si quieres minimizar tus gastos y lograr formar un patrimonio para tus hijos.

Una vida austera, un mejor futuro: Como puedes ver, los trucos para comenzar a edificar tu economía personal no son tan difíciles.

Basta con establecer un plan de gastos y ahorros para delimitarte mensualmente. Nadie se hace rico de la noche a la mañana y menos si se lleva una vida de llena de gastos inmoderados.

No hay comentarios: