31 de octubre de 2012

La tacita


Se cuenta que una vez en Inglaterra, existía una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de esas tiendas era una en donde vendían vajillas antiguas.
En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita.
- “¿Me permite ver esa taza?” Preguntó la señora, “¡nunca he visto nada tan fino!.
En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a hablar.
- Usted no entiende – Yo no siempre he sido esta taza que usted esta sosteniendo. Hace mucho tiempo yo era solo un montón de barro. Mi creador me tomo entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente.
Luego llegó el momento en que me desesperé y le grité:
“Por favor”. ¡Déjame ya en paz!.
Pero mi amo sólo me sonrió y me dijo: ..
- ”Aguanta un poco más, todavía no es tiempo.”
Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor… Me pregunté por qué mi amo querría quemarme, así que toqué la puerta del horno.
A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi amo que me decían:
- “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo.”
Finalmente se abrió la puerta, mi amo me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara.
- “Así está mucho mejor”, me dije a mi misma; pero apenas me había refrescado, cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintando. El olor a la pintura era horrible, ¡sentía que me ahogaría!.
- ”Por favor detente”, le gritaba yo a mi amo.
Pero él solo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía:
- “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo.”
Al fin mi amo dejó de pintarme; pero, esta vez me tomó y me metió nuevamente en otro horno. No era un horno como el primero; sino que era mucho más caliente.
Ahora sí estaba segura que me sofocaría. Le rogué, y le imploré a mi amo que me sacara. Grité, lloré; pero mi creador sólo me miraba diciendo:
- “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”.
En ese momento me di cuenta que no había esperanza. Nunca lograría sobrevivir a ese horno. Justo cuando estaba a punto de darme por vencida se abrió la puerta y mi amo me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aun más alta que la primera. Allí me dejó un momento para que me refrescara.
Después de una hora de haber salido del segundo horno, mi amo me dio un espejo y me dijo:
- “Mírate” “¡Esta eres tú!”
¡Yo no  podía creerlo! ¡Esa no podía ser yo! Lo que veía era hermoso.
Mi amo nuevamente me dijo:
- “Yo sé que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos; pero si te hubiera dejado como estabas, te hubieras secado. Sé que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado.
También sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado tu vida no tendría color. Y si no te hubiera puesto en el segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras.
“¡Ahora tú eres un producto terminado!” “¡Eres lo que imaginé cuando te comencé a formar!”.
Anónimo

19 de octubre de 2012

Los irresponsables

Hoy les quiero comentar sobre un tema que me ha impactado bastante, desde que llegue a Costa Rica, porque esta situación, como u9618530273px esta expandida a todos los niveles jos, están haciendo de las suyas los irresponsables , porque ya es una practica muy habitual, que los patrones, al final de la semana, con un rostro mas fresco que una lechuga a las 6 de la mañana, le comuniquen a sus trabajadores que no tienen "plata", para pagarles el salario, y luego les exponen las excusas mas absurdas que se puedan imaginar.

Esta situación me resulto traumática desde el principio y todavía hoy no entiendo como es posible que sucedan ne-height: 18.899999618530273px;">
Pero hasta en los niveles mas bajos, están haciendo de las suyas los irresponsables , porque ya es una practica muy habitual, que los patrones, al final de la semana, con un rostro mas fresco que una lechuga a las 6 de la mañana, le comuniquen a sus trabajadores que no tienen "plata", para pagarles el salario, y luego les exponen las excusas mas absurdas que se puedan imaginar.

Esta situación me resulto traumática desde el principio y todavía hoy no entiendo como es posible que sucedan estas cosas, porque siempre tuve claro que esa acción era el resultado de una ecuación muy simple yo trabajo= tu pagas, así de sencillo, quizás me cuesta mas trabajo asimilarlo porque vengo de un país donde me acostumbraron a recibir puntualmente lo que me correspondía, porque allí el salario de los trabajadores es sagrado, como debe ser, porque ese derecho elemental de cobrar el salario por cada jornada laboral trabajada pienso que debe ser respetado.

Es realmente muy incomodo, tener que convivir con personas tan irresponsables, porque son las encargadas, entre otras, de complicarnos la vida. Pienso que los padres debemos jugar un papel mas activo en ese sentido, porque es nuestro deber enseñarles a nuestros hijos desde pequeños, los hábitos y costumbres que los lleven a adquirir una formación adecuada.

Si por ejemplo, cada vez que los muchachos dejan la ropa tirada, la mamita viene detrás para ponerla en su lugar, lejos de ayudarlos, les están haciendo daño, porque si los acostumbramos a no tener obligaciones, solo se convertirán en unos irresponsables, como es el caso de una señora que conozco que ya rebasa los 50 años y aun su esposo debe despertarla cada mañana para que vaya al trabajo, porque de otra manera la señora se queda dormida; o como aquel compañero que no logra llegar temprano a ninguna cita y siempre tiene un pretexto para justificarse, o como aquellos y/o aquellas, que hacen el amor con cualquiera, sin utilizar ningún tipo de protección. Bueno, ejemplos de irresponsables creo que hay muchisimos para enumerar y que son bien conocidos por todos, pero insisto en que lo mas importante esta', en la formación que otorguemos a nuestros hijos, porque después que se conviertan en unos informales, ya queda poco por hacer y la tarea se complica mas, porque como cualquier tendencia negativa, para evitar que prospere, hay que tomar medidas a tiempo, es decir, desde que los niños son pequeños, pero en este aspecto creo que lo fundamental, es tratar de no imponerles por la fuerza un tipo de conducta, sino que debemos educarlos dándoles buenos ejemplos, porque como dice el refrán: "el niño hace mas lo que ve hacer, que lo que le dicen que haga"