16 de agosto de 2009

Los clavos del mal genio


Esta es la historia de un joven que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.

Pronto la puerta se llenaba de clavos. Pero, a medida que aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que podía controlar su genio, pues el clavar le hacia pensar sobre su mala actitud.

Llegó el día en que pudo controlar su carácter y ya no tenía razón de clavar.

Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.

Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

Era ciertamente un gran logro, pero su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. Tu puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero la herida permanece y el mal se propaga. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. Ahora hace falta trabajar mucho mas para que la puerta quede como nueva. Hay que reparar cada agujero y muy difícilmente lograrás que quede como nueva."

La Maestra Thompson


Su nombre era Mrs. Thompson. Mientras estuvo al frente de su clase de 5º grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los niños una mentira.
Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos les decía que a todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado: Teddy Stoddard.

Mrs. Thompson había observado a Teddy desde el año anterior y había notado que él no jugaba muy bien con otros niños, su ropa estaba muy descuidada y constantemente necesitaba darse un buen baño.
Teddy comenzaba a ser un tanto desagradable. Llegó el momento en que Mrs. Thompson disfrutaba al marcar los trabajos de Teddy con un plumón rojo haciendo una gran X y colocando un cero muy llamativo en la parte superior de sus tareas.

En la escuela donde Mrs. Thompson enseñaba, le era requerido revisar el historial de cada niño, ella dejó el expediente de Teddy para el final.
Cuando ella revisó su expediente, se llevó una gran sorpresa. La Profesora de primer grado escribió: "Teddy es un niño muy brillante con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales... es un placer tenerlo cerca".

Su profesora de segundo grado escribió: "Teddy es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil".
La profesora de tercer grado escribió: "Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. El trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas medidas".

Su profesora de cuarto grado escribió: "Teddy se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela.
No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en clase".
Ahora Mrs. Thompson se había dado cuenta del problema y estaba apenada con ella misma. Ella comenzó a sentirse peor cuando sus alumnos les llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos moños y papel brillante, excepto Teddy. Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que él había tomado de una bolsa de papel.

A Mrs. Thompson le dio pánico abrir ese regalo en medio de los otros presentes. Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume con solo un cuarto de su contenido.
Ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era el brazalete mientras se lo probaba y se colocaba un poco del perfume en su muñeca.
Teddy Stoddard se quedó ese día al final de la clase el tiempo suficiente para decir:

"Mrs. Thompson, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá".
Después de que el niño se fue ella lloró por lo menos una hora..
Desde ese día, ella dejó de enseñarles a los niños aritmética, a leer y a escribir.
En lugar de eso, comenzó a educar a los niños. Mrs. Thompson puso atención especial en Teddy.

Conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro comenzó a revivir. Mientras más lo apoyaba, él respondía más rápido.
Para el final del ciclo escolar, Teddy se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase y a pesar de su mentira de que quería a todos sus alumnos por igual, Teddy se convirtió en uno de los consentidos de la maestra.

Un año después, ella encontró una nota debajo de su puerta, era de Teddy, diciéndole que ella había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida. Seis años después por las mismas fechas, recibió otra nota de Teddy, ahora escribía diciéndole que había terminado la preparatoria siendo el tercero de su clase y ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.

Cuatro años después, recibió otra carta que decía que a pesar de que en ocasiones las cosas fueron muy duras, se mantuvo en la escuela y pronto se graduaría con los más altos honores. Él le reiteró a Mrs. Thompson que seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida y su favorita.

Cuatro años después recibió otra carta. En esta ocasión le explicaba que después de que concluyó su carrera, decidió viajar un poco. La carta le explicaba que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita, pero ahora su nombre se había alargado un poco, la carta estaba firmada por Theodore F. Stoddard, MD.
La historia no termina aquí, existe una carta más que leer, Teddy ahora decía que había conocido a una chica con la cual iba a casarse.

Explicaba que su padre había muerto hacía un par de años y le preguntaba a Mrs. Thompson si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado para la madre del novio, por supuesto Mrs. Thompson acepto y adivinen...
Ella llega usando el viejo brazalete y se aseguró de usar el perfume que Teddy recordaba que usó su madre la última Navidad que pasaron juntos. Se dieron un gran abrazo y el Dr. Stoddard le susurró al oído, "Gracias Mrs.Thompson por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer la diferencia".

Mrs. Thompson con lágrimas en los ojos, tomó aire y dijo, "Teddy, te equivocas, tú fuiste el que me enseñó a mí que yo puedo hacer la diferencia. Le dio: no sabía cómo educar hasta que te conocí."

3 de agosto de 2009

El escarabajo y el gusano


Un gusano y un escarabajo eran amigos y se pasaban charlando largas horas.

El escarabajo estaba consciente de que su amigo el gusano era muy limitado en movilidad, tenía visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo comparado con los escarabajos.

El gusano, por su parte, estaba muy consciente de que su amigo el escarabajo venía de otro ambiente, y de que, en comparación con los gusanos de su especie, comía cosas desagradables, era muy acelerado, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, la compañera de vida del escarabajo le cuestionó a éste su con el gusano, preguntándole ¿cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro de un ser tan inferior, un ser tan limitado en sus movimientos?, y ¿por qué seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera le devolvía los saludos efusivos que el escarabajo le hacía desde lejos?.

Pero el escarabajo estaba consciente de que, debido a lo limitado de su visión, el gusano muchas veces ni siquiera veía que alguien lo saludaba y, si acaso llegaba a notarlo, no distinguía si era o no el escarabajo, y por ello no contestaba el saludo. Sin embargo, el escarabajo calló para no discutir con su compañera.

Fue tanta la insistencia de la escarabaja y tantos sus argumentos cuestionando la amistad que su compañero mantenía con el gusano que el escarabajo decidió poner a prueba esa amistad alejándose del gusano para esperar a que éste lo buscara.

Pasó el tiempo, y un día llegó la noticia de que el gusano estaba muriendo, pues su organismo se había resentido por los esfuerzos que cada día hacía para ir a ver a su amigo el escarabajo y, como no lo conseguía durante toda una jornada diurna, el gusano tenía que devolverse sobre sus pasos para pasar la noche en el refugio de su propia casa.

Al saber esto, el escarabajo, sin preguntar a su compañera, decidió ir a ver al gusano.

En el camino se cruzó con varios insectos que le contaron de las diarias e infructuosas peripecias del gusano para ir a ver a su amigo el escarabajo y averiguar qué le había pasado.

Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a buscarlo, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol donde yacía el gusano esperando ya el momento final. Y al verlo a su lado, el gusano, apenas con un hilo de vida, le dijo al escarabajo cuánto le alegraba ver que se encontrara bien.

Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado a éste.

El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de otros minaran su amistad con el gusano y sintió dolor por haber perdido las muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban y, sobre todo, por haberle puesto en una situación que le causó la muerte.

Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería porque, a pesar de pertenecer a otra especie, le había ofrecido su amistad.

Y así aprendió varias lecciones ese día:

La amistad está en ti y no en los demás. Si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.

El tiemp no condiciona las amistades. Tampoco lo hacen las razas ni las limitantes propias o las ajenas.

Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones, todo lo que ambos compartieron en el tiempo, se va con él.

El escarabajo murió poco después. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal lo aconsejó, pues fue decisión suya el prestar oídos a las críticas sobre su amigo.

Si tienes un amigo no pongas en tela de juicio lo que él es, pues sembrando dudas cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues con ello estarás echando en saco roto tu confianza.

Reconoce la riqueza de quien es diferente a ti y, aun así, está dispuesto a compartir contigo sus ideales y temores.

La esencia del gusano y el escarabajo se volvieron una sola en el plano más allá de esta vida.

No sé si eres el gusano y yo el escarabajo, o al revés, pero seguro que somos distintos y que nos movemos en planos diferentes. Yo, aunque sea gusano, te seguiré buscando día a día; pero si fuera escarabajo, no prestaré oído a las críticas, vengan de donde vengan.

Si fuera gusano, ignoraré lo grotesco que me puedas parecer.

Si fuera escarabajo, haré uso de mis habilidades para servirte.

18 de julio de 2009

El niño del corazón de oro


Entre a la tienda departamental de mi ciudad para hacer unas compras navideñas de ultimo minuto. Mire toda la gente y renegué entre dientes. Estaria alli para siempre... Y tenia muchisimo que hacer. La navidad estaba comenzando a ser un enfado. Yo preferiria dormir, hasta que pasara la navidad. Me fuí lo más pronto posible entre toda la gente, Y me dirigí al departamento de juguetes.

Estando alli, renegué de nuevo sobre los precios de todos estos juguetes, y me puse a pensar que si mis nietos los apreciarían o si iban a jugar con ellos. Me encontré en la sección de las muñecas. De reojo, miré un niño de más o menos cinco años abrazando una linda muñeca. Le tocaba su cabello y la abrazaba tan tiernamente, que sin querer, seguía yo volteando hacia el niño y pensando que para quien sería esa muñeca.

Lo mire que volteo hacia una mujer y llamó a su tía por su nombre, y le dijo "Estás segura que no tenemos suficiente dinero?"

La mujer le respondio con impaciencia, "tu sabes q no tenemos suficiente dinero para ella."

Su tía le dijo al niño que no se moviera de alli, que ella tenia que agarrar otras cosas y regresaría en pocos minutos. Y luego se retiró de alli.

El niño continuó abrazando la muñeca.

Despues de un ratito, le pregunté que para quien era la muñeca. Me contestó, "es la muñeca que tanto ansió mi hermanita para Navidad. Ella estaba segurísima que Santa Claus se la regalaría."

Le dije que quizás Santa Claus se la llevaría y el me contestó, "No, Santa no puede ir a donde esta mi hermana...tengo que darle la muñeca a mi Mama para que se la lleve."

Le pregunté que en donde estaba su hermanita. Me miro con sus ojos llenos de tristeza y me dijo, "ella se ha ido a estar con Jesús." Mi papá dice que Mamá tendra que irse para estar con ella.

Mi corazón casi paró de latir. Luego me volvio a mirar el niño y me dijo "le dije a mi papá que le dijiera a mi mamá que no se fuera todavia. Que esperara hasta que volviera yo de la tienda."

Luego me preguntó que si queria yo ver su fotografía. Le dije que me encantaría. Saco unas fotos que se había tomado frente de la tienda.

Me dijo "Quiero que mi Mamá se lleve estas fotos para que nunca me olvide." Yo quiero tanto a mi Mamá, y quisiera que no tuviera que dejarme, pero Papá dice que necesita estar con mi hermanita."

Miré que el niño agachó su cabeza y se puso muy callado.

Mientras el no miraba, metí mi mano a mi bolso y tomé un puño de billetes. Le pregunté al niño, "contamos de nuevo el dinero?" Se puso muy contento y me respondio que sí. Que el sabía que tenía que ser suficiente.

Meti mi dinero entre el de el y lo comenzamos a contar. Era lo suficiente para la muñeca. Suavemente dijo "Gracias Jesús, por darme suficiente dinero." Entonces el niño me dijo, "Le pedi a Jesús que me diera suficiente dinero para comprar esta muñeca, para que Mamá se la pueda llevar a mi hermanita." Y El escuchó mi oración. Quería pedirle para comprarle una rosa blanca a mi Mamá, pero no se lo pedí. Pero el me dió lo suficiente para comprar la muñeca y la rosa para mi Mamá. A ella le encantan las rosas blancas, muchísimo."

En unos momentos regreso la tía y yo me fuí con mi carreta. No podía dejar de pensar en el niño mientras terminaba de hacer mis compras. Ya tenía yo una actitud y sentimiento totalmente diferente que cuando comencé.

Estaba recordando algo que habia leído en el periódico unos días antes sobre un conductor ebrio que habia chocado contra un carro, matando a una niña y la mamá estaba en condición muy crítica. La familia estaba tratando de decidir si quitarle la vida artificial. Pero seguramente, este niño no podria ser parte de ese relato. Dos días después, leí la noticia que la familia había decidido desconectar la vida artificial.

Mas tarde ese dia, no me pude resistir y fuí y compré unas rosas blancas y los lleve a la funeraria en donde estaba la joven mujer. Y alli estaba ella deteniendo una linda rosa blanca, la hermosa muñeca y la foto de el niño de la tienda. Me fuí de allí llorando, mi vida cambió para siempre.

El amor que ese niño tenia para su hermanita y su madre era sobresaliente.

Y en un instante, un conductor ebrio trozo la vida de ese niño en pedazos.

El hijo preferido

Cierta vez le preguntaron a una madre cual era su hijo preferido, aquel que ella más amaba.

Y ella, dejando entrever una sonrisa, respondió:
"Nada es más voluble que un corazón de madre"

Y, como madre, le respondió:

El hijo predilecto, aquél a quién me dedico de cuerpo y alma:
Es mi hijo enfermo, hasta que sane.
El que partió, hasta que vuelva.
El que está cansado, hasta que descanse.
El que está con hambre, hasta que se alimente.
El que está con sed, hasta que beba.
El que está estudiando, hasta que aprenda.
El que está desnudo, hasta que se vista.
EL que no trabaja, hasta que se emplee.
El que está de novio, hasta que se case.
El que se casa, hasta que conviva.
El que es padre, hasta que los críe.
EL que prometió, hasta que cumpla.
El que debe, hasta que pague.
El que llora, hasta que calle."

Y con un semblante bien diferente a aquella sonrisa, finalizó:

"El que ya me dejó, hasta que lo reencuentre"

LA NUEVA GENERACION DE PADRES DE FAMILIA Somos de las primeras generaciones de padres decididos a no repetir con los hijos los mismos errores que pudieron haber cometido nuestros progenitores. Y en el esfuerzo de abolir los abusos del pasado, ahora somos los más dedicados y comprensivos, pero a la vez los más débiles e inseguros que ha dado la historia. Lo grave es que estamos lidiando con unos niños más "igualados", conflictivos y poderosos que nunca existieron. Parece que en nuestro intento por ser los padres que quisimos tener, pasamos de un extremo al otro.

Así que, somos los últimos hijos regañados por los padres y los primeros padres regañados por nuestros hijos.

Los últimos que le tuvimos miedo a nuestros padres y los primeros que tememos a nuestros hijos.

Los últimos que crecimos bajo el mando de los padres y los primeros que vivimos bajo el yugo de los hijos.

Lo que es peor, los últimos que respetamos a nuestros padres, y los primeros que aceptamos que nuestros hijos no nos respetan como debiera ser.

En la medida que el ser sumiso reemplazó al ser autoritario, los términos de las relaciones familiares han cambiado en forma radical, para bien y para mal. En efecto, antes se consideraban buenos padres a aquellos cuyos hijos se comportaban bien, obedecían sus órdenes y los trataban con el debido respeto. Y buenos hijos a los niños que eran formales y veneraban a sus padres. Pero en la medida en que las fronteras jerárquicas entre nosotros y nuestros hijos se han ido desvaneciendo, hoy los buenos padres son aquellos que logran que sus hijos los amen, aunque poco los respeten.

Y son los hijos quienes ahora esperan el respeto de sus padres, entendiendo por tal que les respeten sus ideas, sus gustos, sus apetencias, sus formas de actuar y de vivir. Y que además les patrocinen lo que necesitan para tal fin. Como quien dice, los roles se invirtieron, y ahora son los papás quienes tienen que complacer a sus hijos para ganárselos, y no a la inversa, como en el pasado.

Esto explica el esfuerzo que hoy hacen tantos papás y mamás por ser los mejores amigos de sus hijos y parecerles "muy cool" a sus hijos.

Se ha dicho que los extremos se tocan, y si el ser autoritario en el pasado llenó a los hijos de temor hacia sus padres, la debilidad del presente los llena de miedo y menosprecio al vernos tan débiles y perdidos como ellos. Los hijos necesitan percibir que durante la niñez y la adolescencia estamos a la cabeza de sus vidas como líderes capaces de sujetarlos cuando no se pueden contener y de guiarlos mientras no saben para dónde van.

Si bien el ser autoritario aplasta, el ser sumiso o débil ahoga.

Sólo una actitud firme y respetuosa les permitirá confiar en nuestra idoneidad para gobernar sus vidas mientras sean menores, porque vamos adelante lidereándolos y no atrás cargándolos y rendidos a su voluntad.

¿Como ves?

11 de julio de 2009

Sonrie (Bellísima canción)

La vida es como un espejo


Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada.

Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subir se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían 1000 perritos mas observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los 1000 perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y les ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando salió del cuarto se quedo pensando para sí mismo: ¡Que lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!

Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 del cuarto se sintió amenazado, ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.

Posteriormente empezó a gruñir; obviamente vio como los 1000 perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: ¡Que lugar tan horrible es este! ¡Nunca más volvería a entrar allí! En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: "La casa de los 1000 espejos"

No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones. "Todos los rostros del mundo son espejos"... Decide cual rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás.

Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan, sólo se sienten con el corazón.

7 de julio de 2009

Michael Jackson

Muere Michael Jackson, el único rey de la música Pop, muere dejando un legado de música inigualable y de tal impacto social como la que podemos percibir en canciones como "They Don't Care About Us" (No les importamos), Earth song (canción de la tierra), Man in the mirror (el hombre en el espejo), Heal the world (curar el mundo), we are the world (somos el mundo), etc. Grandes canciones en las que Michael nos muestra, nos pide, nos exige, nos implora la libertad, la igualdad de razas, el respeto a la vida y a la tierra misma, nos hace recapacitar en el daño que todos los habitantes de este planeta estamos haciendo a nuestro hogar: La tierra.

Es inconcebible que con tantas canciones que escribió este gran astro de la música mundial con respecto a una mejor forma de vivir, no ha habido gobierno que ponga remedio al respecto, ya que día a día, más que un mundo mejor, los poderosos y aún los débiles gobiernos han buscado la supremacía, el poder y la riqueza sobreponiendose a la humildad, la unidad, la sencillez, la necesidad, la paz.

No oigas, ¡ESCUCHA! estas canciones que te lleven a la reflexión de nuestro accionar en este mundo, de el efecto que provocan nuestros errores, nuestras envidias, nuestra inconciencia, busca la escencia misma de lo que Michael Jackson buscaba a través de su música, busca la intención de sus palabras, el objetivo de sus ideas, sus sueños, sus ideales.

Con toda seguridad podemos todos juntos sanar este mundo, salvar al planeta tierra, lograr de el un mejor lugar para vivir, tal vez tú ya no logres gozarlo pero hay que hacerlo por nuestros hijos y por nuestros nietos. Debemos de otorgarles la oportunidad de gozar la belleza de este gran planeta, sus ríos, sus mares, sus lagos, sus llanuras, sus montañas, sus valles y lo más importante convivir con todo y cada uno de los maravillosos seres vivos que habitan este grandios esfera azul llamada tierra.

Por ti, por mi, por ellos, por todos nosotros, hagamos conciencia y pongamos fin al exterminio de la humanidad, que la música de Michael Jackson retumbe en nuestra cabeza eternamente recordándonos lo que señaló el Jefe Indio Seattle de la tribu Suwamish: "La tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra".













6 de julio de 2009

El ladrillazo


Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar último modelo, con precaución de no toparse con un chico cruzando la calle sin mirar, y al bajar la velocidad; sintió un estruendoso golpe en la puerta, y al bajarse vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, carrocería y vidrio de la puerta de su lujoso auto.

Pisó los frenos, dio un brusco giro de 180 grados; y regresó a toda velocidad a donde vio salir el ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucía su auto.
Salió del auto de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo, y empujándolo hacia un auto estacionado; le gritó a toda voz: ¿Qué rayos fue eso? ¿Quién eres tu? ¿Qué crees que haces con mi auto? Y enfurecido casi botando humo, continuó gritándole al chiquillo: !Es un auto nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte caro! ¿Por qué hiciste eso?
"Por favor, Señor, por favor. Lo siento mucho! no sé que hacer", suplicó el chiquillo." Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía..lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba hacia alrededor del auto
estacionado.

"Es mi hermano", le dijo. Se descarriló su silla de ruedas y se cayó al suelo y no puedo levantarlo". Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo: "Puede usted, por favor; ayudarme a sentarlo en su silla? Está golpeado, y pesa mucho para mí solito". Soy pequeño.

Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó saliva que se le formó en su boca.

Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y lo sentó en su silla nuevamente sacando su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y el sucio de sobre las heridas del hermano de aquel chiquillo especial. Luego de verificar que se encontraba bien, miró; y el chiquillo le dio las gracias con una sonrisa que no tiene posibilidad de describir nadie... "DIOS lo bendiga, señor...y muchas gracias" le dijo.

El hombre vio como se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a su humilde casita. El ejecutivo no ha reparado aún la puerta del auto, manteniendo la hendedura que le hizo el ladrillazo; para recordarle el no ir por la vida tan de prisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que preste atención.

En esta vida hay veces que tienen que lanzarnos un ladrillo a ver si le prestamos atención a los demás.

Escoge: Escucha el susurro... o el ladrillazo.

El elefante encadenado


Cuando yo era pequeño me encantaban los circos,y lo que más me gustaba de ellos eran los animales.Me llamaba especialmente la atención el elefante que,como más tarde supe era también el animal preferido de otros niños.Durente la función,la enorme bestía hacía gala de un tamaño,un peso y una fuerza descomunales...Pero despuésde la actuación y hasta poco antes de volver al escenario,el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba sus patas.

Sin embargo,la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo.Y aunque la madera era gruesa y poderosa,me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza,podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.

El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujetaentonces?.
¿Por qué no huye?.
Cuando era niño,yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores.Pregunté entonces por el misterio del elefante...Alguno de ellos me explicó que el elefante no huía porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia:"Si está amaestrado,¿por qué lo encadenan?".
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo,me olvidé del misterio del elefante y la estaca...
Hace algunos años,descubrí que,por suerte para mí,alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy,muy pequeño".

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca.Estoy seguro de que,en aquel momento el elefantito empujó,tiró y sudó tratando de soltarse.Y,a pesar de sus esfuerzos,no lo consiguió,porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar,y al otro día y al otro...Hasta que,un día,un día terrible para su historia,el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa,porque,pobre,cree que no puede.

Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás,jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.

Todos somos un poco como el elefante del circo:vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.

Vivimos pensando que "no podemos" hacer montones de cosas,simplemente porque una vez,hace tiempo lo intentamos y no lo conseguimos.
Hicimos entonces lo mismo que el elefante,y grabamos en nuestra memoria este mensaje:No puedo,no puedo y nunca podré.

Hemos crecido llevando este mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso nunca más volvimos a intentar liberarnos de la estaca.

Cuando,a veces,sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas,miramos de reojo la estaca y pensamos:"No puedo y nunca podré".

Ésto es lo que te pasa,vives condicionado por el recuerdo de una persona que ya no existe en tí,que no pudo.

Tu única manera de saber si puedes es intentarlo de nuevo poniendo en ello todo tu corazón...¡¡¡Todo tu corazón!!!.

5 de julio de 2009

El cuaderno rojo


El cartero extendió el telegrama.
José Roberto, le agradeció, y mientras lo abría, una profunda arruga surco su frente. Una expresión de sorpresa más que de dolor. Palabras breves y precisas: - Tu padre falleció. Entierro 18 horas. Mamá.
José Roberto continúo parado, mirando al vacío. Ninguna lágrima, ningún dolor.
¡Nada! Era como si hubiera muerto un extraño. ¿Por que no sentía nada por la muerte del viejo?

Como un torbellino de pensamientos confusos, avisó a la esposa, tomó el micro y se fue, venciendo los silenciosos kilómetros de ruta mientras la cabeza giraba a mil. En su interior, no quería ir al funeral y, si estaba en camino era sólo para que la madre no estuviera más triste.

Ella sabía que padre e hijo no se llevaban bien.

La cuestión había llegado al final el día que, después de una lluvia de acusaciones, José Roberto había hecho las valijas y partido; prometiendo nunca más poner los pies en aquella casa.
Un empleo razonable, casamiento, llamadas a la madre para Navidad, Año Nuevo o Pascua… Se había desligado de la familia no pensaba en el padre y la última cosa en la vida que deseaba era ser parecido a él.

En el velorio: Pocas personas.

La madre pálida, helada, llorona.
Cuando vio al hijo, las lágrimas corrieron silenciosas, fue un abrazo de desesperado silencio. Después, vio el cuerpo sereno envuelto por una manta de rosas rojas, como las que al padre le gustaba cultivar. José Roberto no vertió una sola lágrima, el corazón no podía. Era como estar delante de un desconocido un extraño, un…

Se quedó en casa con la madre hasta la noche, la beso y le prometió que volvería trayendo los nietos y la esposa para conocerla. Ahora, podría volver a casa, porque aquel que no lo amaba, no estaba mas para darle consejos ácidos ni para criticarlo.
En el momento de la despedida la madre le colocó algo pequeño y rectangular en la mano.
-Hace mucho tiempo podrías haberlo recibido - dijo.- Pero, infelizmente sólo después que él se fue lo encontré entre las cosas más importantes…
Fue un gesto mecánico, minutos después de comenzar el viaje, metió la mano en el bolsillo y sintió el regalo.

La luz mortecina del micro, le mostró un pequeño cuaderno de tapa roja. Lo abrió curioso. Páginas amarillentas. En la primera, arriba, reconoció la caligrafía firme del padre:
- “Nació hoy José Roberto. ¡Casi cuatro kilos! Es mi primer hijo, ¡un muchachote! Estoy orgulloso de ser el padre de aquel que será mi ¡continuación en la Tierra!”.

A medida que hojeaba, devorando cada anotación, sentía un dolor en la boca del estómago, mezcla de dolor e perplejidad, pues las imágenes del pasado resurgieron firmes y atrevidas ¡como si terminaran de pasar!.
- “Hoy, mi hijo fue a la escuela. ¡Es un hombrecito! Cuando lo vi de uniforme, me emocioné Y le desee un futuro lleno de sabiduría. La vida de el será diferente de la mía, que no pude estudiar por haber sido obligado a ayudar a mi padre.

- Para mi hijo deseo lo mejor. “No permitiré que la vida lo castigue”.
Otra página. -”Roberto me pidió una bicicleta, mi salario no da, pero él la merece porque es estudioso y dedicado. -

- Pedí un préstamo que espero pagar con horas extras”. José Roberto se mordió los labios.
Recordaba su intolerancia, De las peleas para tener la soñada bicicleta. Si todos los amigos ricos tenían una, ¿por que no podía tener la suya?.
- “Es duro para un padre castigar a un hijo y se que el me podrá odiar por eso; pero, debo educarlo para su propio bien.” “Fue así como aprendí a ser un hombre honrado y esa es la única forma que sé acerca de educarlo”.

José Roberto cerró los ojos y vio la escena cuando por causa de una borrachera, hubiera ido a la cárcel, aquella noche; si el padre no hubiera aparecido para impedirle ir al baile con los amigos… Recordaba también el auto retorcido y manchado de sangre que había chocado contra un árbol… Por otro lado parecía oír sirenas, el llanto de toda la ciudad mientras cuatro cajones seguían lúgubremente para el cementerio.

Las páginas se sucedían con cortas, y largas anotaciones, llenas de respuestas que revelaban, en silencio y tristeza, que el padre lo había amado.

El “viejo” escribía de madrugada… reflexionó. Momento de soledad, en un grito de silencio, porque era de esa manera como era él, nadie le había enseñado a llorar y a dividir sus dolores, el mundo esperaba que fuera duro para que no lo juzgaran ni débil ni cobarde. Y, ahora José Roberto estaba teniendo la prueba que, debajo de aquella fachada de fortaleza había un corazón tan tierno y lleno de amor.
La última página.
Aquella del día en que había partido: -”Dios, ¿que hice mal para mi hijo me odie tanto?
¿Por qué soy considerado culpable? “Si no hice mas que intentar transformarlo en un hombre de bien”.

“Mi Dios, no permitas que esta injusticia me atormente para siempre. Que un día él pueda comprenderme y perdonar por no haber sabido ser el padre que el merecía tener.”

Después no había más anotaciones y las hojas en blanco daban la idea de que el padre había muerto en ese momento, José Roberto cerró deprisa el cuaderno, el pecho le dolía… 
El corazón parecía haber crecido tanto, que luchaba para escapar por la boca.
No vio el micro entrar en la Terminal, se levantó desesperado y salió casi corriendo porque necesitaba aire puro para respirar.

La aurora rompía el cielo y un día comenzaba.

”¡Honre a su padre para que los días de su vejez sean tranquilos!” – alguna vez había oído esa frase y jamás había reflexionado la profundidad que ella contenía. En su egocéntrica ceguera de adolescente, jamás había parado para pensar en verdades mas profundas. Para él los padres eran descartables y sin valor, como los papeles que son tirados a la basura.

Aquellos días de poca reflexión todo era placer, salud, belleza, música, color, alegría, despreocupación, vanidad. ¿No era él un semidiós?
Ahora, el tiempo lo había envejecido, fatigado y también vuelto padre, aquel falso héroe… De repente. En el juego de la vida, el era el padre y sus actuales contestaciones, no satisfacían a sus hijos. ¿Cómo no había pensado en eso antes? Seguramente por no tener tiempo, pues estaba muy ocupado con los problemas, la lucha por la supervivencia, la sed de pasar fines de semana lejos de la ciudad, con ganas de profundizar en el silencio sin necesitar dialogar con sus hijos.

Jamás tuvo la idea de comprar un cuaderno de tapa roja para anotar una frase sobre sus herederos, jamás le había pasado por la cabeza escribir que sentía orgullo de aquellos que continúan su nombre.

Justamente él, que se consideraba el más completo padre de la Tierra. La vergüenza casi lo tiro con una lección de humildad. Quiso gritar, procurando agarrar al viejo para sacudirlo y abrazarlo, encontró solo el vacío.

Había una raquítica rosa roja en el jardín de su casa, el sol terminaba de nacer.
Entonces, José Roberto acaricio los pétalos y recordó la mano del padre podando, y cuidando con amor. ¿Por qué nunca percibió todo esto antes? Una lágrima brotó como el rocío, e irguiendo los ojos para el cielo dorado, de repente, sonrió y se desahogó en una confesión:

“Si Dios me mandara a elegir, ¡Juro que no querría haber tenido otro padre que no fueras vos, viejo! -Gracias por tanto amor, y perdóname por haber sido tan ciego

3 de julio de 2009

El perro y el conejo


Eran dos vecinos. El primer vecino le compró un conejo a sus hijos.
Los hijos del otro vecino, le pidieron una mascota al padre. El hombre compró un cachorro de pastor alemán.

Diálogo entre los dos vecinos:
- Pero él comerá a mi conejo!
- De ninguna manera. Piensa, mi pastor es cachorro. Crecerán juntos, serán amigos.
Entiendo de animales. No habrá problemas.

Y, parece que el dueño del perro tenía razón. Juntos crecieron y amigos se tornaron. Era normal ver el conejo en el patio del perro y al revés. Los niños estaban felices con la armonía entre los dos animales.

Un día, el dueño del conejo fue a pasar un fin de semana en la playa con su familia y el conejo se quedó solo. Era un viernes.

El domingo a la tardecita, el dueño del perro y su familia tomaban la merienda, cuando entra el pastor alemán a la cocina. Traía el conejo entre los dientes, todo inmundo, reventado, sucio de sangre y tierra, muerto.

Casi mataron al perro de tanto agredirlo. Decía el hombre: El vecino tenía razón, ¿y ahora?

La primera reacción fue agredir al perro, echar el animal, para ver si el aprendía un mínimo de civilidad. - ¡Sólo podía dar en eso!

Algunas horas más y los vecinos iban a llegar. - ¿Y ahora? Todos se miraban.

El perro, pobre, llorando allá afuera, lamiendo sus heridas.

- ¿Ya pensaron como quedarán los niños?

- ¡No se sabe exactamente de quien fue la idea, pero parecía infalible!

- Vamos a bañar al conejo, dejarlo bien limpio, después lo secamos con el secador y lo
ponemos en la casita en su patio.

Como el conejo no estaba muy roto, así lo hicieron. Hasta perfume le pusieron al animalito. Quedó lindo, parecía vivo, decían las niños. Y allá lo pusieron, con las piernitas cruzadas, como conviene a un conejo durmiendo.

Luego después oyen a los vecinos llegar. Notan los gritos de los niños.
¡Lo descubrieron!

No pasaron cinco minutos y el dueño del conejo vino a tocar a la puerta. Blanco, asustado.
Parecía que había visto un fantasma.

- ¿Qué pasó? ¿Qué cara es esa vecino?
- El conejo... el conejo...
- ¿El conejo qué? ¿Qué tiene el conejo?
- ¡Murió!
- ¿Murió? ¡Aún hoy por la tarde parecía tan bien!
- ¡Murió el viernes!
- ¿El viernes?
- ¡Fue antes de que viajáramos, los niños lo enterraron en el fondo del patio!

La historia termina aquí. Lo que ocurrió después no importa. Ni nadie sabe.

Pero el gran personaje de esta historia es el perro. Imagine al pobrecito, desde el viernes, buscando en vano por su amigo de infancia. Después de mucho olfatear, descubre el cuerpo muerto y enterrado.

¿Qué hace él? Probablemente con el corazón partido, desentierra el amigo y va a mostrarle a sus dueños, imaginando poder resucitarlo.

El ser humano, continúa juzgando a los otros por la apariencia, aunque tenga que dejar esta apariencia como mejor le convenga.

Otra lección que podemos sacar de esa historia, es que el ser humano tiene la tendencia de juzgar anticipadamente los acontecimientos sin antes verificar lo que ocurrió realmente.

Cuantas veces sacamos conclusiones equivocadas de las situaciones y nos creemos dueños de la verdad?

Esto es para pensar bien en las actitudes que tomamos...y pensar antes, pues puede ser demasiado tarde.

26 de junio de 2009

Canicas rojas


Durante los duros años de la Revolución, en un pueblo pequeño de Aguascalientes, México, solía ir al almacén del Sr. Muro para comprar productos frescos. La comida y el dinero faltaban y el trueque se usaba mucho.

Un día en particular, el Sr. Muro me estaba empaquetando unas papas. Cuando de repente me fijé en un niño pequeño, delicado de cuerpo y aspecto, con ropa rota pero limpia que miraba atentamente una caja de peras frescas.

Pagué mis papas pero también me sentí atraído por el aspecto de esas peras. ¡Me encanta el dulce de pera y las papas frescas! Admirando las peras, no pude evitar escuchar la conversación entre el Sr. Muro y el niño.

“Hola Toño, ¿Cómo estás hoy?”“Hola Sr. Muro. Estoy bien, gracias... solo admiraba las peras... se ven muy bien”.“Sí, son muy buenas. ¿Cómo está tu mamá?”“Bien. Cada vez más fuerte”.“Bien. ¿Hay algo en que te pueda ayudar?”“No Señor. Sólo admiraba las peras”.“¿Te gustaría llevar algunas a casa?”“No Señor. No tengo con que pagarlas”.

“Bueno, qué tienes para cambiar por ellas?”“Lo único que tengo es esto, mi canica más valiosa”.“¿De veras? ¿Me la dejas ver?”“Acá está. ¡Es una joya!”“Ya lo veo. El único problema es que ésta es azul y a mí me gustan las rojas”.“¿Tienes alguna como esta, pero roja, en casa?”“No exactamente, pero casi”.“Hagamos una cosa. Llévate esta bolsa de peras a casa y la próxima vez que vengas muéstrame la canica roja que tienes”.“¡Claro! Gracias Sr. Muro”.

La Sra. de Muro se me acercó a atenderme y con una sonrisa me dijo, “Hay dos niños más como él en nuestra comunidad, todos en situación muy pobre.

A Salvador le encanta hacer trueque con ellos por peras, manzanas, tomates, o lo que sea. Cuando vuelven con las canicas rojas, y siempre lo hacen, él decide que en realidad no le gusta tanto el rojo, y los manda a casa con otra bolsa de mercadería y la promesa de traer una canica color naranja o verde tal vez”.

Me fui del negocio sonriendo e impresionado con este hombre. Un tiempo después me mudé a Guadalajara pero nunca me olvidé de este hombre, los niños y los trueques entre ellos.

Varios años pasaron, cada uno más rápidamente que el anterior. Recientemente tuve la oportunidad de visitar unos amigos en esa comunidad en Aguascalientes. Mientras estuve allí, me enteré que el Sr. Muro había muerto.

Esa noche sería su velorio y sabiendo que mis amigos querían ir, acepté acompañarlos. Al llegar a la funeraria, nos pusimos en fila para conocer a los parientes del difunto y para ofrecer nuestro pésame.

Delante nuestro, en la fila, había tres hombres jóvenes. Uno tenía puesto un uniforme militar y los otros dos unos lindos trajes oscuros con camisas blancas.

Parecían profesionales. Se acercaron a la Sra. Carmelita, quien se encontraba al lado de su difunto esposo, tranquila y sonriendo. Cada uno de los hombres la abrazó, la besó, conversó brevemente con ella y luego se acercaron al ataúd.

Los ojos cafes llenos de lágrimas de la Sra. Carmelita, los siguió uno por uno, mientras cada uno tocaba con su mano cálida, la mano fría dentro del ataúd. Cada uno se retiró de la funeraria limpiándose los ojos. Llegó nuestro turno y al acercarme a la Sra. De Muro le dije quién era y le recordé lo que me había contado años atrás sobre las canicas.

Con los ojos brillando, me tomó de la mano y me condujo al ataúd. “Esos tres jóvenes que se acaban de ir son los tres chicos de los cuales te hablé. Me acaban de decir cuanto agradecían los “trueques” de Salvador.

Ahora que Chava no podía cambiar de parecer sobre el tamaño o color de las canicas, vinieron a pagar su deuda. Nunca hemos tenido riqueza” , me confió, “pero ahora Salvador se consideraría el hombre más rico del mundo”.

Con una ternura amorosa levantó los dedos sin vida de su esposo. Debajo de ellos había tres canicas rojas exquisitamente brillantes.

Moraleja de la Inspiracion Canicas Rojas:
- Seremos recordados por nuestras palabras , sino por nuestras acciones.

- La vida no se mide por cada aliento que tomamos, sino por las cosas que nos quitan el aliento.

- Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla.

23 de junio de 2009

Por favor dios mío, solo tengo 17 años!!!!!

El día que María José nació

Una historia real

El alacrán


Un maestro oriental vió como un alacrán se estaba ahogando, y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo el alacrán lo picó. Por la reacción del dolor, el maestro lo soltó y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez y otra vez el alacrán lo picó.

Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: "Perdone maestro, ¡pero es usted terco!!!.. ¿no entiende que cada vez que intente sacarlo del agua, el alacrán lo picará..??" El maestro respondió: "La naturaleza del alacrán es picar, el no va a cambiar su naturaleza y esono va a hacer cambiar la mía, que es ayudar y servir".

Y entonces ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.


•No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño, solo toma precauciones..

•Algunos buscan la felicidad, otros la rechazan, no olvides eso..

•No permitas que la conducta de otras personas condicionesn la tuya...

•Cuando la vida te presente mil razones para llorar, muéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreir

20 de junio de 2009

Valor interior


Cierta ocasión Martín Luther King se encontraba a punto de dar una de sus famosas conferencias acerca de los derechos humanos, cuando noto que un pequeño niño de color negro se encontraba al frente de su auditorio.

Se sintió sorprendido y preguntó a uno de sus ayudantes, al respecto, este le indico que había sido el primero en llegar.

Cuando termino su discurso se soltaron globos de diferentes colores al cielo, los cuales el pequeño no dejaba de mirar.

Esto llamo la atención de Martín Luther King, quien abrazándolo lo levanto en brazos. El pequeño lo miro fijamente y le pregunto si los globos negros también volaban hacia el cielo, Martín lo vio y le contesto: Los globos no vuelan al cielo por el color que tengan, sino por lo que llevan dentro.

Recuerda esto cada vez que veas a alguien que intelectualmente, afectivamente o físicamente no sea afín a ti.

¡Todos tenemos la misma dignidad!

La prueba final


Jhon x se levanto del banco, arreglando su uniforme, y estudio la multitud de gente que abría paso hacia la Gran Estación Central. Busco la chica cuyo corazón el conocía pero cuya cara nunca había visto, la chica de la rosa. Su interés en ella había comenzado 13 meses antes en una Biblioteca de Florida.

Tomando un libro del estante, se encontró intrigado, no por las palabras del libro sino por las notas escritas en el margen. La escritura suave reflejaba un alma pensativa y una mente brillante. En la parte del frente del libro descubrió el nombre de la dueña anterior, la señorita Hollys Maynell. Con tiempo y esfuerzo localizo su dirección. Ella vivía en Nueva York. El le escribió una carta para presentarse y para invitarla a corresponderle. Al día siguiente, John fue enviado por barco para servir en la Segunda Guerra Mundial.

Durante un año y un mes, los dos se conocieron a través del correo, y un romance fue creciendo. John le pidió una fotografía, pero ella se negó. Ella sentía que si a el de verdad le importaba, no importaría como ella luciera.

Cuando por fin llego el día en que el regresaría de Europa, ellos arreglaron su primer encuentro: a las 7:00 pm en la Gran Estación Central de Nueva York. "Tu me reconocerás" ella dijo, "por la rosa roja que llevare en la solapa".

Así que a las 7 John estaba en la estación buscándola. Dejare que el señor X les diga lo que sucedió:

"Una joven mujer vino hacia mi, su figura alta y esbelta. Su cabello rubio y rizado se encontraba detrás de sus delicadas orejas; sus ojos eran azules como flores. Sus labios y su mentón tenían una gentil firmeza y en su traje verde pálido , era como la primavera en vida. Yo comencé a caminar hacia ella sin darme cuenta que no llevaba la rosa. Mientras me movía, una pequeña y provocativa sonrisa curvo sus labios: "¿Vas por mi vía, marinero? Murmuro ella. Casi incontrolablemente di un paso hacia ella y entonces vi a Hollis Maynell. Estaba parada casi directamente detrás de la chica. Una mujer, ya pasada de sus 40, con cabello grisáceo bajo un sombrero gastado. Era mas que regordeta, sus pies con gruesos tobillos descansaban en zapatos de suela baja. La chica en el traje verde se iba rápidamente.

Sentí como si me partiera en dos: mi deseo tan agudo de seguirla, y a la vez tan profundo mi anhelo por la mujer cuyo espíritu me había acompañado y apoyado, Y ahí estaba ella. Su pálida y rolliza cara era gentil y sensible, sus ojos grises tenían un brillo cálido y amigable. No vacile. Mis dedos apretaron la pequeña y usada copia de cuero del libro que era para identificarme con ella. Esto no seria amor, pero seria algo preciado, algo quizá mejor que el amor, una amistad por la que había y debía estar siempre agradecido.

Cuadre mis hombros, salude y le ofrecí el libro a la mujer, aunque mientras hablaba me sentí ahogado por la amargura de mi decepción. Soy el Teniente John X, y usted debe ser la Srta. Maynell. Estoy muy contento que me pudiera conocer; ¿la puedo llevar a cenar? La cara de la mujer se ensancho en una sonrisa tolerante."No se de que se trata esto hijo" ella respondió, "pero la señorita en el traje verde que se acaba de ir me rogó que usara esta rosa en mi abrigo. Y ella dijo que si usted me invitaba a cenar yo le diría que lo esta esperando en el restaurante de frente. Ella dijo que era una clase de prueba!"

No es difícil de entender y admirar la sabiduría de la Srta. Maynell. La verdadera naturaleza de un corazón

Prefiero hoy y no mañana


1. Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera.
2. Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mi cuando yo muera.
3. Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.
4. Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy vivo y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.
5. Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo y no una misa cantada y celebrada cuando yo muera.
6. Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.
7. Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que estoy vivo, y no una conmovedora serenata cuando yo muera.
8. Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que estoy vivo y no un poético epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.
9. Prefiero disfrutar de los mas mínimos detalles ahora que estoy vivo y no de grandes manifestaciones cuando yo muera.
10. Prefiero escucharte un poco nervioso diciendo lo que sientes por mi ahora que estoy vivo y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo.

Aprovechemos a nuestros seres queridos, ahora que están entre nosotros...

Valora a las personas que están a tu alrededor. así que hazlo ya con un mail, una llamada o con lo que sea pero hazlo.

Para alentarnos


Esto es una anécdota de algo que sucedió recientemente en una zona rural de los EE.UU. Espero que al lector le engrandezca su fe.

Una pareja que tuvieron una sola hija, decidió vivir en una zona rural muy apartada de cualquier parte de la ciudad, especialmente para estar lejos de cualquier influencia religiosa. Ambos padres eran atéos y muy estaban muy disgustados con la religión organizada y solo con mencionar cualquier iglesia se les montaba la ira. Quisieron criar a su pequeña hija sin cualquier parafernalia de una fe en un ser espiritual. Lograron su meta hasta que la niña cumplió los siete años de edad. Tan llena de furia estaba ese hogar que a esa edad tan joven, ella presenció el asesinato de su mamá por su papá, y luego el suicidio de él. El gobierno local la llevó para que fuera adoptada por una familia con el deseo de ayudarla a sobresalirse de este pesadilla que había vivido. La familia con quien quedo hospedada se encariñó con ella y la adoptó.

Después de unas semanas, le preguntaron si quería ir con ellos a la iglesia. Ella, sin saber que era, y sin que le importara mucho lo que hacía, se fue con ellos. Acompañó a los hijos de la familia cuando fueron a la clase de escuela dominical (equivalente a las clases de catequésis en una iglesia católica). Los padres adoptivos de la niña habían informado a la profesora que la niña no había estado expuesta a la religión y que quizá estaría un poco incomoda. Durante la lección, la profesora mostró a la clase un dibujo de Jesús, y preguntó a todos los niños quien era el hombre en el dibujo. La niña sorprendentemente alzó la mano para contestar. La profesora, un poco atónita, decidió dejarla contestar.

La niña contestó ese es el hombre amable quien me abrazaba y me consolaba mientras vi morir a mis papás.

Un moño en la solapa


Una profesora universitaria inició un nuevo proyecto entre sus alumnos. A cada uno les dio cuatro moños de color azul, todos con la leyenda "Eres importante para mí", y les pidió que se pusieran uno. Cuando todos lo hicieron, les dijo que eso era lo que ella pensaba de ellos. Luego les explicó de que se trataba el experimento: tenían que darle un listón a alguna persona que fuera importante para ellos explicándole el motivo y dándole los otros listones para que ellos hicieran lo mismo. El resultado esperado era ver cuanto podía influir en las personas ese pequeño detalle Todos salieron de esa clase platicando a quién darían sus listones. Algunos mencionaban a sus padres, a sus hermanos o a sus novios.

Pero entre aquellos estudiantes, había uno que estaba lejos de casa. Este muchacho había conseguido una beca para esa universidad y al estar lejos de su hogar, no podía darle ese listón a sus padres o sus hermanos.

Pasó toda la noche pensando a quién daría ese listón. Al otro día muy temprano tuvo la respuesta. Tenía un amigo, un joven profesionista que lo había orientado para elegir su carrera y muchas veces lo asesoraba cuando las cosas no iban tan bien como él esperaba, ¡Esa era la solución!.

Saliendo de clases se dirigió al edificio donde su amigo trabajaba. En la recepción pidió verlo. A su amigo le extrañó, ya que el muchacho lo iba a ver después de que él salía de trabajar, por lo que pensó que algo malo estaba sucediendo.

Cuando lo vio en la entrada, sintió alivio de que todo estuviera bien, pero a la vez le extrañaba el motivo de su visita. El estudiante le explicó el propósito de su visita y le entregó tres moños, le pidió que se pusiera uno y le dijo que "al estar lejos de casa, él era el más indicado para portarlo". El joven ejecutivo se sintió halagado, no recibía ese tipo de reconocimientos muy a menudo y prometió a su amigo que seguiría con el experimento y le informaría de los resultados. El joven ejecutivo regresó a sus labores y ya casi a la hora de la salida se le ocurrió una arriesgada idea: Le quería entregar los dos moños restantes s su jefe.

El jefe era una persona huraña y siempre muy atareada, por lo que tuvo que esperar que estuviera "desocupado". Cuando consiguió verlo, su jefe estaba inmerso en la lectura de los nuevos proyectos de su departamento, la oficina estaba repleta de reconocimientos y papeles. El jefe sólo gruñó "¿Qué desea?" el joven ejecutivo le explicó tímidamente el propósito de su visita y le mostró los dos moños. El jefe, asombrado, le preguntó "¿Por qué cree usted que soy el más indicado para tener ese moño?". El joven ejecutivo le respondió que él lo admiraba por su capacidad y entusiasmo en los negocios, además que de él había aprendido bastante y estaba orgulloso de estar bajo su mando. El jefe titubeo, pero recibió con agrado los dos moños, no muy a menudo se escuchan esas palabras con sinceridad estando en el puesto en el que él se encontraba. El joven ejecutivo se despidió cortésmente del jefe y, como ya era la hora de salida, se fue a su casa.

El jefe, acostumbrado a estar en la oficina hasta altas horas de la noche, esta vez se fue temprano a su casa. En la solapa llevaba uno de los moños y el otro lo guardó en la bolsa de su camisa. Se fue reflexionando mientras manejaba rumbo a su casa. Su esposa se extrañó de verlo tan temprano y pensó que algo le había pasado, cuando le preguntó si pasaba algo, el respondió que no pasaba nada, que ese día quería estar con su familia. La esposa se extrañó, ya que su esposo acostumbraba llegar de mal humor.

El jefe preguntó "¿Dónde está nuestro hijo?", la esposa sólo lo llamó, ya que estaba en el piso superior de la casa. El hijo bajó y el padre sólo le dijo "Acompáñame". Ante la mirada extrañada de la esposa, y del hijo, ambos salieron de la casa. El jefe era un hombre que no acostumbraba gastar su "valioso tiempo" en su familia muy a menudo. Tanto el padre como el hijo se sentaron en el porche de la casa. El padre miró a su hijo, quien a su vez lo miraba extrañado. Le empezó a decir que sabía que no era un buen padre, que muchas veces se perdió de aquellos momentos que sabía eran importantes. Le mencionó que había decidido cambiar, que quería pasar más tiempo con ellos, ya que su madre y él eran lo más importante que tenía. Le mencionó lo de los moños y su joven ejecutivo. Le dijo que lo había pensado mucho, y quería darle el último moño a él, ya que era lo más importante, lo más sagrado, para él, que el día que nació, fue el más feliz de su vida y que estaba orgulloso de él.

Todo esto mientras le prendía el moño que decía "Eres importante para mí" El hijo, con lágrimas en los ojos le dijo: "Papá, no se que decir, mañana pensaba suicidarme porque pensé que no te importaba. Te quiero, papá, perdóname...." ambos lloraron y se abrazaron.

El experimento de la profesora dio resultado, había logrado cambiar no una, sino varias vidas, con solo expresar lo que sentía, ese es el poder de uno, expresar lo que sientes y darle valor a los detalles de la gente que te ama. Por eso tu para alguien... " Eres muy Importante ".

19 de junio de 2009

Perro fiel


Una pareja de jóvenes tenia varios años de casados y nunca pudieron tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor alemán.

El perro salvo, en mas de una ocasión, a la pareja de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro.

Luego de siete años de tener al perro, la pareja logro tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebe y no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años.

Un dia la pareja dejo al bebe placidamente durmiendo en la cuna y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Cual no fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebe y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.

El dueño del perro pensó lo peor, saco un arma que llevaba y en el acto mato al perro. Corre al cuarto del bebe y encuentra una gran serpiente degollada.

El dueño comienza a llorar y exclama: he matado a mi perro fiel!

Cuantas veces no hemos juzgado injustamente a las personas?. Lo que es peor, las juzgamos y condenamos sin investigar a que se debe su comportamiento, cuales son sus pensamientos y sentimientos.

El arte de aprender




• A los 9 años aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.
• A los 10, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro niñas al mismo tiempo.
• A los 12, aprendí que, si tenía problemas en la escuela, iban a ser más grandes en casa.
• A los 13, aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería, mi mamá me mandaba a ordenarlo.
• A los 15, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque las frustraciones de mi papá eran mayores y su mano más pesada.
• A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.
• A los 25, aprendí que nunca debía elogiar la comida de mamá cuando estaba comiendo algo preparado por mi esposa.
• A los 27 aprendí que el título obtenido no era la meta soñada.
• A los 30, aprendí que cuando mi esposa y yo teníamos una noche sin los niños pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos.
• A los 33, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
• A los 34, aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.
• A los 38, aprendí que, siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa; y siempre que estoy en casa me gustaría estar viajando.
• A los 39, aprendí que puedes saber que tu esposa te ama cuando quedan dos galletas y ella elige la más chiquita.
• A los 42, aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.
• A los 44, aprendí que puedes hacer a alguien disfrutar el día con solo enviarle un mensaje.
• A los 47, aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.
• A los 55, aprendí que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.
• A los 63, aprendí que es razonable disfrutar del éxito, pero que no se debe confiar demasiado en él. Y que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás.
• A los 64, aprendí que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado nunca sucederían.
• A los 67, aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.
• A los 72, aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.
• A los 76, aprendí que envejecer es importante.
• A los 91, aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
• A los 92, aprendí que todavía tengo mucho para aprender.

11 de junio de 2009

Fábula de la serpiente y de la luciérnaga


Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido con miedo de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía.

Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía… Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:
¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar, contestó la serpiente…!!
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? preguntó la luciérnaga
- No, contestó la serpiente…!!!
- ¿Yo te hice algún mal ? dijo la luciérnaga
- No, volvió a responder la serpiente.
- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
- ¡¡¡Porque no soporto verte brillar…!!!Moraleja

Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos: ¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo, ni daño a nadie?
Sencillo es de responder…
Porque no soportan verte brillar……!!!!

Cuando esto pase, no dejes de brillar, continúa siendo tú mismo, continúa y sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte… porque tu luz seguirá intacta.

Tu esencia permanecerá, pase lo que pase…..

Se siempre auténtico, aunque tu luz moleste a los predadores!!

9 de junio de 2009

Carrera emotiva

Hace algunos años, en las olimpiadas para personas con discapacidad de Seattle, también llamadas “Olimpiadas especiales”, nueve participantes, todos con deficiencia mental, se alinearon para la salida de la carrera de los cien metros lisos.

A la señal, todos partieron, no exactamente disparados, pero con deseos de dar lo mejor de si, terminar la carrera y ganar el premio.

Todos, excepto un muchacho, que tropezó en el piso, cayó y rodando comenzó a llorar…

Los otros ocho escucharon el llanto, disminuyeron el paso y miraron hacia atrás.

Vieron al muchacho en el suelo, se detuvieron y regresaron… ¡Todos!

Una de las muchachas, con síndrome de Down, se arrodilló, le dio un beso y le dijo: “Listo, ahora vas a ganar”….

Y todos, los nueve competidores entrelazaron los brazos y caminaron juntos hasta la línea de llegada.

El estadio entero se puso de pie y en ese momento no había un solo par de ojos secos.

Los aplausos duraron largos minutos, las personas que estaban allí aquél día, repiten y repiten esa historia hasta hoy.

Porque en el fondo, todos sabemos que lo que importa en esta vida, más que ganar, es ayudar a los demás para vencer, aunque ello signifique disminuir el paso y cambiar el rumbo.

Porque el verdadero sentido de esta vida no es que cada uno de nosotros gane en forma individual sino que … TODOS JUNTOS GANEMOS.

19 de mayo de 2009

Una buena lección


Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones. Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.

El alumno dijo al profesor:

Hagámosle una broma. Escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.

Mi querido amigo —le dijo el profesor— nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.

Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre terminó sus tareas y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo. Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar. Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.

Sus sentimientos lo sobrecogieron. Cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.

El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.

Ahora —dijo el profesor— ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?

El joven respondió:

Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: ES MEJOR DAR QUE RECIBIR.

18 de mayo de 2009

Diario de un Perro

Decálogo para iniciar un buen día


1.- Cada día, cuando suene el despertador, respira profundamente, sonríe con ganas y date un aplauso. Eres una persona privilegiada. Estás vivo. Él tiempo se te regala a cambio de nada. Tienes por delante la posibilidad de ser feliz. El tiempo no es una condena, es la posibilidad del amor, del gozo, de la felicidad. No lo conviertas en un barbecho estéril. Generalmente es una cuestión que sólo depende de ti. Date una oportunidad.

2.- Mírate al espejo y ríete un poco de ti mismo. Verás que tienes el corazón despeinado, la ilusión legañosa y la generosidad en pleno bostezo. Date una buena ducha de optimismo y verás qué bien te sientes. Hay muchos que sólo se duchan por fuera, y, claro, huelen. El mejor secreto contra la vejez es aplicarse alguna crema que mantenga tersos tus ideales. Te ofrezco uná marca: el optimismo.

3. Mantén la línea de tu libertad. Controla la dosis de fútbol, de ruidos, de tele y de alcohol. De lo contrario perderás en la primera esquina la ingenuidad. Pasarás de ser un fan a ser un fanático, antes de que puedas darte cuenta. Si te viene la tentación cómprate un libro, es lo que más se parece a libre. Cuídate y recuerda el verso del poeta "Érase un hombre a un televisor pegado...".

4. Sonríe siempre, sonríe. La sonrisa es tu arruga más bella y te mantiene joven. Cada vez que sonríes abres mil puertas cerradas y pones nombre a la gente que pasa. No hay dinero capaz de comprar una sonrisa auténtica y, sin embargo, brota espontánea cuando es gratuita. Sé tú así, como una sonrisa, porque tampoco tú tienes precio.

5.- Haz ejercicios diariamente. Practica el perdón, la tolerancia, el respeto, la sensibilidad, el cariño... y tendrás un espíritu "cachas". Y así, cada noche, en esta competición que llaman vida, ganarás el trofeo más preciado: la paz interior y el gozo de encontrar el sentido de vivir debajo de la almohada. No te preocupes, hay trofeos para todos. Mañana ganarás más.

6.- Abre tu agenda y anota: reservado para mí. Fíjate bien, lo tienes todo ocupado: trabajo, amigos, tolevisión, clases, salir entrar, visita cultural... ¿Y tú? ¿No eres importante para dedicarte un ratito? Sí hombre. Cancela algún compromiso y siéntate contigo. Háblate mirándote a los ojos. Tienes que decirte muchas cosas. Hace ya mucho tiempo que no te ves de verdad. Eres tu mejor amigo. Confía en ti mismo y cuéntate todas tus preocupaciones. Saldrás aliviado. Los amigos están para eso.

7.- Practica el refrán: 'El que reparte se queda con la mejor parte'. No falla. Una mano abierta a los otros puede ser caricia, consuelo, saludo, ayuda... Una mano cerrada es siempre amenaza, puñetazo, distancia, desconfianza ... etc. Quien comparte su vida dispone siempre de un cheque en blanco para el amor. Hazlo y verás cómo sube tu saldo cada día. Los que viven para su cuenta corriente son sólo eso: corrientes.

8.- Consume productos sin código de barras. No cumplen la normativa vigente, es verdad, pero son los de siempre y llevan garantía. Además de ser naturales no tienen fecha de caducidad y son cien por cien ecológicos: justicia, solidaridad, tolerancia, derechos humanos, libertad. Es decir, "civilización del amor?'. Tienen la ventaja, además de que podemos cultivarlos en nuestra propia casa y no pagan impuestos. Se trata de llevar una vida saludable.

9.- Sé feliz, porque la felicidad es una elección que se puede hacer en cualquier momento y en cualquier lugar. Nuestros pensamientos son los que nos hacen sentir felices o desgraciados, no nuestras circunstancias. Seamos capaces de cambiarnos a nosotros mismos, y el mundo cambiará con nosotros.

10.- Ponte una meta al iniciar el día. ¿Sabes cuál es la diferencia entre un sueño y una meta? Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad. Un sueño es solo un sueño, algo que esta fuera de la realidad... así que atrévete a soñar, pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad!. "Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, llegarás a las estrellas..." Y cuando te pongas una meta difícil o creas que tienes un sueño imposible, recuerda que el éxito es solo la recompensa, pues lo que vale es el esfuerzo.
Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos

12 de mayo de 2009

Cuando tu hijo te dice: ¡No te metas!


Hoy que soy un adulto responsable, con valores, con principios, con riquezas, con conflictos, recordaba una ocasión en que escuché a un joven gritarle a su Padre: NO TE METAS EN MI VIDA!!!

Ésta frase caló hondamente en mí, tanto, que frecuentemente la recuerdo y me pregunto: ¿Qué respondería a esa pregunta inquisitiva de ese joven? Esta podría ser mi respuesta:

¡HIJO, UN MOMENTO, NO SOY YO EL QUE ME METO EN TU VIDA, TU TE HAS METIDO A LA MÍA!

Hace muchos años, gracias a Dios, y por el amor que mamá y yo nos tenemos, llegaste a nuestras vidas, ocupaste todo nuestro tiempo, aún antes de nacer, mamá se sentía mal, no podía comer, todo lo que comía lo devolvía, y tenía que guardar reposo. Yo tuve que repartirme entre las tareas de mi trabajo y las de la casa para ayudarla. Los últimos meses, antes de que llegaras a casa, mamá no dormía y no me dejaba dormir. Los gastos aumentaron increíblemente, tanto que gran parte de lo nuestro se gastaba en ti. En un buen médico que atendiera a mamá y la ayudara a llevar un embarazo saludable, en medicamentos, en la maternidad, en comprarte todo un guardarropa, mamá no veía algo de bebé, que no lo quisiera para ti, una cuna, un moisés, todo lo que se pudiera, con tal de que tú estuvieras y tuvieras lo mejor posible.


¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???...
Llegó el día en que naciste: hay que comprar algo para darles de recuerdo a los que te vinieran a conocer, ( dijo mamá ), hay que adaptar un cuarto para el bebé. Desde la primera noche no dormimos. Cada tres horas como si fueras una alarma de reloj nos despertabas para que te diéramos de comer, otras te sentías mal y llorabas y llorabas, sin que nosotros supiéramos que hacer, pues no sabíamos qué te sucedía y hasta llorábamos contigo.


¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Empezaste a caminar, yo no sé cuando he tenido que estar más detrás de “ti”, si cuando empezaste a caminar o cuando creíste que ya sabías. Ya no podía sentarme tranquilo a leer el periódico o a ver el partido de mi equipo favorito, porque para cuando acordaba, te perdías de mi vista y tenía que salir tras de ti para evitar que te lastimaras.

¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Todavía recuerdo el primer día de clases, cuando tuve que llamar al trabajo y decir que no podría ir, ya que tú en la puerta del colegio no querías soltarme y entrar, llorabas y me pedías que no me fuera, tuve, que entrar contigo a la escuela, que pedirle a la maestra que me dejara estar a tu lado, un rato, ese día en el salón para que fueras tomando confianza. A las pocas semanas no sólo ya no me pedías que no me fuera, hasta te olvidabas de despedirte cuando bajabas del auto corriendo para encontrarte con tus amiguitos.


¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Seguiste Creciendo, ya no querías que te lleváramos a tus reuniones, nos pedías que una calle antes te dejáramos y pasáramos por ti una calle después, por que ya eres “cool”, no querías llegar temprano a casa, te molestabas si te marcábamos reglas, no podíamos hacer comentarios acerca de tus amigos, sin que te volvieras contra nosotros, como si los conocieras a ellos de toda la vida y nosotros fuéramos unos perfectos “desconocidos” para ti.


¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Cada vez sé menos de ti por ti mismo, sé mas por lo que oigo de los demás, ya casi no quieres hablar conmigo, dices que nada más te estoy regañando, y todo lo que yo hago está mal, o es razón para que te burles de mi, pregunto: con esos defectos te he podido dar lo que hasta hora tienes. Mamá se la pasa en vela y de pasada no me deja dormir a mí diciéndome: que no has llegado y que es de madrugada, que tu celular está desconectado, que ya son las 3:00 y no llegas. Hasta que por fin podemos dormir cuando acabas de llegar.

¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Ya casi no hablamos, no me cuentas tus cosas, te aburre hablar con viejos que no entienden el mundo de hoy. Ahora sólo me buscas cuando hay que pagar algo o necesitas dinero para la universidad, o salir; o peor aún, te busco yo, cuando tengo que llamarte la atención.

¿¿¿NO TE METAS EN MI VIDA???
Pero estoy seguro que ante estas palabras. . . ” NO TE METAS EN MI VIDA”, podemos responder juntos.

HIJO, YO NO ME METO EN TU VIDA, TU TE HAS METIDO EN LA MÍA, Y TE ASEGURO, QUE DESDE EL PRIMER DÍA, HASTA EL DÍA DE HOY, NO ME ARREPIENTO QUE TE HAYAS METIDO EN ELLA Y LA HAYAS CAMBIADO PARA SIEMPRE!!!!

MIENTRAS ESTÉ VIVO, ME METERÉ EN TU VIDA, ASÍ COMO TÚ TE METISTE EN LA MÍA, PARA AYUDARTE, PARA FORMARTE, PARA AMARTE Y PARA HACER DE TI UN HOMBRE DE BIEN!!!

¡¡¡ SÓLO LOS PADRES QUE SABEN METERSE EN LA VIDA DE SUS HIJOS LOGRAN HACER DE ÉSTOS, HOMBRES Y MUJERES QUE TRIUNFEN EN LA VIDA Y SEAN CAPACES DE AMAR!!!!

PAPÁS : ¡¡ MUCHAS GRACIAS !! Por meterse en la vida de sus hijos, ahhh más bien –corrijo– por haber dejado que sus hijos se metan en sus vidas!!!

Y para ustedes hijos: VALOREN A SUS PADRES, NO SON PERFECTOS, PERO LOS AMAN, Y LO ÚNICO QUE DESEAN ES QUE USTEDES SEAN CAPACES DE SALIR ADELANTE EN LA VIDA Y TRIUNFAR COMO HOMBRES DE BIEN ……!!!!!

La vida da muchas vueltas, y en menos de lo que ustedes se imaginen alguien te dirá… ” . . . NO TE METAS EN MI VIDA !!! ” La paternidad no es un capricho o un accidente, es un don de Dios, que nace del amor!!