27 de julio de 2010

La difícil decisión de ser Maestro


Platicaba un día un padre con su hijo y decíale éste emocionado:

- Padre, llegado ha el momento de decidir qué quiero ser en la vida; mucho he pensado al respecto, pero es tanto el saber humano que mi decisión difícil se ha vuelto.

El padre al fin, sabio por experiencia, cuestionó entonces a su vástago de la siguiente manera:

- ¿Qué tanto has pensado que te hace dudar?

- Mira padre -respondió el hijo-, médico he pensado ser, para curar cuerpos o mentes y cuando al fin he aceptado, cuenta me doy que mucha falta hace quien ayude a impartir justicia al débil y desprotegido, entonces prefiero ser abogado. Luego, siento la necesidad de aprender el secreto del arte de la construcción; de sacar de la piedra bruta un hogar confortable para mis semejantes, es cuando decido ser arquitecto o ingeniero; más es tanto el desarrollo científico que prefiero ser investigador o químico o matemático, o me decido por la contaduría o administración, por la física, por el campo, por los animales, por el espacio exterior...

El padre atento, esbozó una sonrisa y dijo con ese tono que tienen los padres cuando amorosamente pueden aconsejar a sus hijos con la sapiencia que dan los años vividos:

- Hijo: doctor, abogado, arquitecto, ingeniero, contador, astrofísico... todo ello puedes ser; y lo lograrás en la profesión que tú no has mencionado. Para alcanzarlo deberás conocer y saber mucho; tu mente deberá convertirse en un transporte de la cultura universal; aún así, deberás poner todo tu empeño en el trabajo a realizar en tu campo de acción.

Serás un moldeador de mentes; tú forjarás al médico, al astronauta, al campesino, al constructor, al comerciante, al abogado, al músico; podrás con esta profesión incubar en los corazones de los individuos los sentimientos de amor, bondad, ilusión, tolerancia, libertad, igualdad y fraternidad. Pero mucho cuidado hijo mío, en ésta no puedes cometer errores ya que podrías crear deformidades que se volvieran en contra de sus propios hermanos, por la generación de una ambición desmedida, tan sólo satisfecha por la material sensación del poder. Tendrás por seguidores a los llamados discípulos, ante ellos te presentarás como figura fiel y como imagen del ejemplo mismo. Te volverás todas y cada una de las profesiones existentes.

Con el tiempo verás tu reflejo en cada una de las figuras que tú formaste; entonces hijo, con toda tu entrega a esta fascinante y noble profesión, podrás con la mente en alto, otear el horizonte en donde mirarás tus obras, sintiendo en ese instante que has cumplido con los pensamientos que hoy enredan tus ideas y te darás cuenta que con tus palabras y actos has fertilizado las semillas que sembraste en tierra fértil y que se han convertido, o lo harán después, en grandes, fuertes y frondosos árboles que acudirán a darte sombra protectora cuando estés a punto de cumplir con el mandato de la Madre Tierra que exige a su descendencia regresar a ella.

Sentirás que tu paso por esta vida no ha sido en vano.

Escucha bien hijo mío, si aceptas esta responsabilidad tan grande sobre tus hombros, decídete por la profesión que llevo con orgullo y que en estas palabras venero tanto. Conviértete en Maestro, hijo mío, y sabrás entonces cuánto has ganado.

El hijo comprendió cuál camino debía seguir; y con el corazón latiendo fuertemente y embargado de gran emoción, se acercó a su padre, Maestro de muchas generaciones y secó las lágrimas de honor que de sus ojos habían brotado. Le besó en la frente y decidió al fin en lo que se convertiría: un Maestro que con su trabajo, rinda reconocimiento a la labor de los grandes Maestros que hubiera tenido. Maestros que a él, lo hubieron forjado.

Con mucho cariño y respeto para la labor de todos mis colegas maestros.

Profr. Martín A. Alcocer González. Mérida, Yucatán.

22 de julio de 2010

Nunca te detengas


Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años...

Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.

Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.

Detrás de cada logro, hay otro desafío.

Mientras estés viva, siéntete viva.

Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.

No vivas de fotos amarillas...

Sigue aunque todos esperen que abandones.

No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.

Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.

Cuando por los años no puedas correr, trota.

Cuando no puedas trotar, camina.

Cuando no puedas caminar, usa el bastón.

¡Pero nunca te detengas!!

Madre Teresa de Calcuta

Ama sin condición


Una historia que fue contada por un soldado que pudo regresar a casa después de haber peleado en la guerra de Vietnam. Le hablo a sus padres desde San Francisco.

- "Mama, Papa. Voy de regreso a casa, pero les tengo que pedir un favor: Traigo a un amigo que me gustaría que se quedara con nosotros."

-"Claro," le contestaron, "Nos encantaría conocerlo."

-"Hay algo que deben de saber", el hijo sigo diciendo, "el fue herido en la guerra. Piso en una mina de tierra y perdió un brazo y una pierna. El no tiene a donde ir, y quiero que el se venga a vivir con nosotros a casa."

- "Siento mucho el escuchar eso hijo. A lo mejor podemos encontrar un lugar en donde el se pueda quedar."

-"No, Mama y Papa, yo quiero que el viva con nosotros."

- "Hijo," le dijo el padre, "tu no sabes lo que estas pidiendo.

Alguien que este tan limitado físicamente puede ser un gran peso para nosotros. Nosotros tenemos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos dejar que algo como esto interfiera con nuestras vidas. Yo pienso que tu deberías de regresar a casa y olvidarte de esta persona. El encontrara una manera en la que pueda vivir el solo."

En ese momento el hijo colgó la bocina del teléfono. Los padres ya NO volvieron a escuchar de el. Unos cuantos días después, los padres recibieron una llamada telefónica de la policía de San Francisco. Su hijo había muerto después de que se había caído de un edificio, fue lo que les dijeron. La policía creía que era un suicidio.

Los padres destrozados de la noticia volaron a San Francisco y fueron llevados a la morgue de la ciudad a que identificaran a su hijo. Ellos lo reconocieron, para su horror ellos descubrieron algo que no sabían, su hijo tan solo tenia un brazo y una pierna.

Los padres de esta historia son como muchos de nosotros. Encontramos muy fácil el amar esas personas que son hermosas por afuera o que son entretenedoras, pero no nos gusta la gente que nos hace sentir alguna inconveniencia o que nos hace sentir incómodos. Preferimos estar alejados de personas que no son muy saludables, hermosas o inteligentes como lo somos nosotros.

Afortunadamente, hay una persona que no nos trata de esa manera.

Alguien que nos ama con un gran amor, que siempre nos recibirá en su familia, no importa que tan destrozados estemos, física o mentalmente.

Cuando sea viejo


El día que este viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme.

Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme mis zapatos, recuerda las horas que pase enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras que sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño(a) para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer haga mis necesidades, no te averguences y compréndeme que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas.

Piensa cuantas veces cuando niño(a)te ayude y estuve paciente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.

No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello.

Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte mas agradable tu aseo. Acéptame y perdóname. Ya que soy el niño ahora.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona.

Acuérdate que yo fui quien te enseñó tantas cosas.

Comer, vestirte y tu educación para enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia por ti.

Cuando en algún tiempo mientras conversamos me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te burles de mi; tal vez no era importante lo que hablaba y me conforme con que me escuches en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas.

Se cuanto puedo y cuanto no debo. También comprende que con el tiempo ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.

Cuando me fallen mis piernas por estar cansadas para andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernas.

Por ultimo, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuanto te ame.

Trata de comprender que ya no vivo sino que sobrevivo, y eso no es vivir.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer.

Piensa entonces que con el paso que me adelanto a dar estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.

No te sientas triste o impotente por verme como me ves. Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice cuando empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a terminar el mío dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por tí.

Preferible hoy y no mañana


  1. Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera.
  2. Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mi cuando yo muera.
  3. Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.
  4. Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy vivo y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.
  5. Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo y no una misa cantada y celebrada cuando yo muera.
  6. Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.
  7. Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que estoy vivo, y no una conmovedora serenata cuando yo muera.
  8. Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que estoy vivo y no un poético epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.
  9. Prefiero disfrutar de los más mínimos detalles ahora que estoy vivo y no de grandes manifestaciones cuando yo muera.
  10. Prefiero escucharte un poco nervioso diciendo lo que sientes por mí ahora que estoy vivo y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo.

Aprovechemos a nuestros seres queridos, ahora que están entre nosotros...

Valora a las personas que están a tu alrededor. Así que hazlo personalmente o ya sea con un mail, una llamada o con lo que sea pero hazlo.

20 de julio de 2010

Princesas en peligro de extinción

Me gustan las mujeres que aun quieren ser princesas y se niegan a convertirse en sapos, porque mientras existan mujeres que todavía guarden modales de doncella, existiremos hombres que aun veremos importante el comportarnos como caballeros.

Amo a la mujer que no compite con los hombres, porque sabe que el hombre jamás será su rival sino un complemento de ella misma. Respeto a las mujeres que luchan por ser cada día más mujeres y en ningún sentido buscan parecerse a los hombres, pues muchas mujeres en su búsqueda de la llamada "liberación femenina", han cometido el error de imitar al varón, pero en los aspectos más deprimentes de éste. Es quizá por esta equivocada conquista que se fajaron pantalones, se dieron el gusto o permiso de vivir aventuras sexuales de una noche, comenzaron a llevarse el cigarrillo a los labios, empezaron a maldecir en público, se desinhibieron en bares y ahora las vemos dando penoso espectáculo, devolviendo el estómago en los baños o embrutecidas y semidesnudas sobre las mesas.

Cometieron el error de querer ser como nosotros los hombres y ahora se dicen "weyes" de manera amistosa y permiten que sus amigos varones las llamen "wey" sin darse cuenta que en lugar de mostrarles confianza o camaradería con esa palabra, lo que verdaderamente hacen es rebajarles a nivel de bestias; pero muchas ríen, pues ni siquiera se dan cuenta. Las generaciones de madres abnegadas, reprimidas y violentadas, enseñaron a sus hijas que la mejor manera de acabar con el yugo masculino era convertirse en el enemigo y así crecieron confundiendo su identidad de mujeres, con la intención de seguir nuestros pasos, muchos de los cuales nos han convertido en seres torcidos y han llevado a nuestro mundo a la debacle moral de la que hoy somos víctimas.

Las niñas de la nueva generación decidieron que el sueño de ser princesas era muy aburrido y esclavizante, así que cambiaron la corona por un pasamontañas y son ahora también delincuentes de alto impacto, servidores públicos podridos, conductoras irresponsables, reinas de belleza involucradas con el narco y hasta líderes sindicales vendidas con algún partido. Me encantan las mujeres que no quieren convertirse en hombres y llegan a la universidad con la firme intención de terminar con honores su carrera.

Las que en lugar de demostrarnos que son capaces de beber media botella de tequila, nos demuestran que pueden dirigir un laboratorio o centro de investigación. Las que no buscan un buen partido para casarse sino que buscan ser un buen partido para que un buen hombre las merezca.. Las que saben decir no, cuando "NO" es la única respuesta digna de una dama, aunque todo el mundo las tache de anticuadas y de ñoñas. Las que se ríen de los chistes machistas y entienden que en lugar de ofenderse, deben sentir pena por el hombre que se atreve a contarlos y mucho más si piensa que esas bromas son un verdadero compendio de sabiduría popular.

4 de julio de 2010

Padres malos


El siguiente texto fue entregado por el profesor de Ética y Ciudadanía de la escuela Objetivo/Americana, Sr. Roberto Candelori, a todos los alumnos de su clase, para que lo entregasen a sus padres. La única condición solicitada por el profesor fue que cada alumno permaneciera al lado de sus padres hasta que ellos terminaran la lectura.

El texto fue publicado recientemente debido a lo ocurrido hace poco tiempo en Brasil, las muertes estúpidas de Tarcila Gusmao y Maria Eduarda Dourado, ambas de 16 años, en Maracaípe, Porto de Galinhas. Después de 13 días de desaparecidas, las madres confesaron desconocer a los dueños de la casa donde sus hijas habían ido a pasar el fin de semana. La tragedia acaparó la opinión pública y el crimen aún permanece sin respuesta

Padres Malos

(Dr. Carlos Hecktheuer, Medico Psiquiatra)

“Un día, cuando mis hijos estén lo suficientemente crecidos para entender la lógica que motiva a los padres y madres, yo habré de decirles:

- Los amé lo suficiente como para haberles preguntado a dónde iban, con quién iban y a qué hora regresarían. Los amé lo suficiente para no haberme quedado callado y para hacerles saber, aunque no les gustara, que aquél nuevo amigo no era buena compañía.

- Los amé lo suficiente para hacerles pagar las golosinas que tomaron del supermercado o las revistas del expendio, y hacerles decir al dueño: Nosotros nos llevamos esto ayer y queremos pagarlo

- Los amé lo suficiente como para haber permanecido de pie dos horas, junto a ustedes, mientras limpiaban su cuarto, tarea que yo habría hecho en 15 minutos.

- Los amé lo suficiente para dejarles ver además del amor que sentía por ustedes, la decepción y también las lágrimas en mis ojos.

- Los amé lo suficiente para dejarlos asumir la responsabilidad de sus acciones, aún cuando las penalidades eran tan duras que me partían el corazón.

- Y ante todo, los amé lo suficiente para decirles NO, cuando sabía que ustedes podrían odiarme por eso (y en algunos momentos sé que me odiaron).

Ésas eran las batallas más difíciles de todas. Estoy contento, vencí...

…porque al final ustedes ganaron también!

Y cualquiera de estos días, cuando mis nietos hayan crecido lo suficiente para entender la lógica que motiva a los padres y madres, cuando ellos les pregunten si sus padres eran malos, mis hijos les dirán:

“Sí, nuestros padres eran malos. Eran los padres más malos del mundo...

Los otros chicos comían golosinas en el desayuno y nosotros teníamos que comer cereales, huevos y tostadas. Los otros chicos bebían gaseosas y comían papas fritas y helados en el almuerzo y nosotros teníamos que comer arroz, carne, verduras y frutas.

Mamá y Papa tenía que saber quiénes eran nuestros amigos y qué hacíamos con ellos.

Insistían en que le dijéramos con quién íbamos a salir, aunque demoráramos apenas una hora o menos. Ellos nos insistían siempre para que le dijéramos siempre la verdad y nada más que la verdad.

Y cuando éramos adolescentes, no sé cómo, hasta conseguían leernos el pensamiento. ¡Nuestra vida sí que era pesada!

Ellos no permitían que nuestros amigos nos tocaran el claxon para que saliéramos; tenían que bajar, tocar la puerta y entrar para que ella los conociera.

A los 12 años, todos podían volver tarde por la noche, nosotros tuvimos que esperar como hasta los 16 para poder hacerlo, y aquellos pesados se levantaban para saber si la fiesta había estado buena (sólo para ver en qué estado nos encontrábamos al volver).

Por culpa de nuestros padres, nos perdimos inmensas experiencias en la adolescencia. Ninguno de nosotros estuvo envuelto en problema de drogas, robos, actos de vandalismo, violación de propiedad, ni estuvimos presos por ningún crimen.

TODO FUE CULPA DE ELLOS!”

Ahora que somos adultos, honestos y educados, estamos haciendo lo mejor para ser “PADRES MALOS”, como fueron nuestros padres. YO CREO QUE ESTE ES UNO DE LOS MALES DEL MUNDO DE HOY:

¡NO HAY SUFICIENTES PADRES MALOS!

¡Aquéllos que ya son padres, que no se culpen, y aquéllos que lo serán, que esto les sirva como una alerta!

3 de julio de 2010

Los 3 consejos


Una pareja de recién casados era muy pobre y vivía de los favores de un pueblito del interior. Un día el marido le hizo la siguiente propuesta a su esposa:

-“Querida yo voy a salir de la casa, voy a viajar bien lejos, buscar un empleo y trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida más cómoda y digna. No sé cuánto tiempo voy a estar lejos, solo te pido una cosa, que me esperes y mientras yo esté lejos, seas fiel a mí, pues yo te seré fiel a ti.”

Así, siendo joven aún. Camino muchos días a pie, hasta encontrar un hacendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda. El joven llego y se ofreció para trabajar y fue aceptado.

Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también. El pacto fue el siguiente:

“Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que debo irme, el señor me libera de mis obligaciones: Yo no quiero recibir mi salario. Le pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorro hasta el día en que me vaya. El día que yo salga usted me dará el dinero que yo haya ganado”.

Estando ambos de acuerdo. Aquel joven trabajo durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso. Después de veinte años se acerco a su patrón y le dijo:

“Patrón, yo quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa".

El patrón le respondió: “Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una opuesta, ¿está bien? Yo te doy tu dinero y tú te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta”.

El pensó durante dos días, busco al patrón y le dijo: “QUIERO LOS TRES CONSEJOS”

El patrón le recordó: “Si te doy los consejos, no te doy el dinero”.

Y el empleado respondió: “Quiero los consejos”

EL patrón entonces le aconsejo:
1. 'NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. Caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.

2. NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL, pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.

3. NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, pues puedes arrepentirte demasiado tarde.

Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven, así: “AQUÍ TIENES TRES PANES, dos para comer durante el viaje y el tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a tu casa.'
El hombre entonces, siguió su camino de vuelta, de veinte años lejos de su casa y de su esposa que el tanto amaba.

Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludo y le pregunto: “¿Para dónde vas?”

Él le respondió: “Voy para un camino muy distante que queda a más de veinte días de caminata por esta carretera.'

La persona le dijo entonces: “Joven, este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegaras en pocos días”.

El joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del primer consejo, “NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. CAMINOS MAS CORTOS Y DESCONOCIDOS TE PUEDEN COSTAR LA VIDA”, entonces se alejó de aquel atajo y volvió a seguir por el camino normal.

Dos días después se enteró de otro viajero que había tomado el atajo, y lo asaltaron, lo golpearon, y le robaron toda su ropa. ¡Ese atajo llevaba a una emboscada!

Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró una pensión a la vera de la carretera. Era muy tarde en la noche y parecía que todos dormían, pero una mujer mal encarada le abrió la puerta y lo atendió.

Como estaba tan cansado, tan solo le pagó la tarifa del día sin preguntar nada, y después de tomar un baño se acostó a dormir. De madrugada se levantó asustado al escuchar un grito aterrador. Se puso de pié de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir hacia donde escuchó el grito. Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo. “NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL PUES LA CURIOSIDAD POR EL MAL PUEDE SER FATAL”. Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le pregunto si no había escuchado un grito y él le contestó que si lo había escuchado. El dueño de la posada de pregunto: ¿Y no sintió curiosidad? Él le contesto que no. A lo que el dueño les respondió: Usted ha tenido suerte en salir vivo de aquí, pues en las noches nos acecha una mujer maleante con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el huésped sale a enterarse de qué está pasando, lo mata, lo entierra en el quintal, y luego se esfuma.

El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa. Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, camino y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzo a ver que ella no estaba sola. Anduvo un poco más y vio que ella tenía en sus piernas, un hombre al que estaba acariciando los cabellos. Cuando vio aquella escena, su corazón se lleno de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad. Respiró profundo, apresuró sus pasos, cuando recordó el tercer consejo. “NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, PUES PUEDES ARREPENTIRTE DEMASIADO TARDE”. Entonces se paró y reflexionó, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión. Al amanecer ya con la cabeza fría, el dijo: “NO VOY A MATAR A MI ESPOSA'. Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta. Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel a ella”

Se dirigió a la puerta de la casa y tocó. Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente. El trata de quitársela de arriba, pero no lo consigue. Entonces con lágrimas en los ojos le dice: “Yo te fui fiel y tú me traicionaste”.

Ella espantada le responde: “¿Cómo? yo nunca te traicione, te espere durante veinte años. El entonces le pregunto: '¿Y quién era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?”

Y ella le contesto: “AQUEL HOMBRE ES NUESTRO HIJO. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy el tiene veinte años de edad”.

Entonces el marido entró, conoció, abrazó a su hijo y les contó toda su historia, en cuanto su esposa preparaba la cena. Se sentaron a comer el último pan juntos. DESPUÉS DE LA ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO, CON LÁGRIMAS DE EMOCIÓN, el partió el pan y al abrirlo, se encontró un cheque con todo su dinero, el pago de sus veinte años de dedicación.

2 de julio de 2010

Una verdad que a lo mejor duela a los chavos, pero muy cierta.

Durante una conferencia sobre las grandes diferencias entre generaciones, un presumido estudiante se tomó la molestia de explicarle a un señor mayor sentado cerca de él, por qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación:

"Usted creció en un mundo diferente, realmente casi primitivo", dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor.

"Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, teléfonos celulares, aviones jet, viajes al espacio.

Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y autos eléctricos y de hidrógeno. Computadoras con procesos de velocidad de la luz.. y más".

Luego de un breve silencio el señor mayor respondió:

"Tienes razón, hijo mío; nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes...

¡Así que las inventamos!

Ahora, dime arrogante, ¿qué estás haciendo TÚ para la próxima generación?"

¡El aplauso fue ensordecedor!