Cierta ocasión Martín Luther King se encontraba a punto de dar una de sus famosas conferencias acerca de los derechos humanos, cuando noto que un pequeño niño de color negro se encontraba al frente de su auditorio.
Se sintió sorprendido y preguntó a uno de sus ayudantes, al respecto, este le indico que había sido el primero en llegar.
Cuando termino su discurso se soltaron globos de diferentes colores al cielo, los cuales el pequeño no dejaba de mirar.
Esto llamo la atención de Martín Luther King, quien abrazándolo lo levanto en brazos. El pequeño lo miro fijamente y le pregunto si los globos negros también volaban hacia el cielo, Martín lo vio y le contesto: Los globos no vuelan al cielo por el color que tengan, sino por lo que llevan dentro.
Recuerda esto cada vez que veas a alguien que intelectualmente, afectivamente o físicamente no sea afín a ti.
¡Todos tenemos la misma dignidad!
20 de junio de 2009
Valor interior
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