16 de agosto de 2025

Viejo, mi querido viejo. Sobre la vejez y la amistad


Mi querido viejo: tú y yo estamos de acuerdo en que la amistad es el mayor tesoro que podemos lograr en nuestras vidas, sobre todo en estos años en que se acumulan calendarios, recuerdos y sueños.  Es por eso que te quiero copiar dos textos que hablan de la amistad.

Uno es el que escribió Fernando Pessoa, poeta, escritor, ensayista, traductor, crítico literario, editor y filósofo portugués, y habla de lo que es la amistad.

“Mis amigos son todos así: mitad locura, otra mitad santidad; no los escojo por la piel, sino por la pupila, que ha de tener un brillo cuestionador y una tonalidad inquietante.

“Escojo a mis amigos por la cara lavada y el alma expuesta, no quiero sólo el hombro o el regazo, quiero también su mayor alegría. el amigo que no sabe reír conmigo, no sabe sufrir conmigo.

“Mis amigos son todos así: mitad bromas, mitad seriedad. No quiero risas previsibles ni llantos piadosos, quiero amigos serios de esos que hacen de la realidad su fuente de aprendizaje, pero que luchan para que la fantasía no desaparezca.

“No quiero amigos adultos ni comunes, los quiero mitad infancia y mitad vejez, niños para que no se olviden del valor del viento en el rostro, y ancianos para que nunca tengan prisa.

“Tengo amigos para saber mejor quién soy yo, pues viéndolos locos, bromistas y serios, niños y ancianos nunca me olvidaré de que la normalidad es una ilusión estéril”.

¿Qué te parece, querido viejo?, estoy seguro que tienes amigos así, y te felicito.

El otro texto que encontré es uno que con gran imaginación compara la amistad con los ojos, y dice así:

“¿Conoces la relación entre tus dos ojos?

“Ellos parpadean juntos, se mueven juntos, lloran juntos, ven las cosas juntos y duermen juntos. aunque nunca puedan verse el uno al otro.

“¡La amistad debe ser exactamente así!, es posible que yo no te vea por meses ni hable contigo, pero tienes que saber que no necesito verte para sentir que estás junto a mí”.

Y este segundo mensaje tiene una petición:

“Envía este mensaje a tus amigos, si te devuelven dos es porque alguien te quiere.

¡Hermosa!, así es la amistad”.

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13 de agosto de 2025

25 Reglas Para Ser Feliz Viviendo en la Casa de los Años Bien Vividos.


Convivencia y Relaciones

1.⁠ ⁠No te metas en la vida de los hijos. Ellos ya tienen GPS (y van a errar de la misma manera).

2.⁠ ⁠No interfieras en la crianza de los nietos. Los abuelos sirven para amar, no para educar.

3.⁠ ⁠Acepta yerno y nuera. Fue el corazón de los hijos quien eligió, no el tuyo.

4.⁠ ⁠Mantente neutral en los matrimonios ajenos. El amor ajeno no se mete.

5.⁠ ⁠Quejarse demasiado ahuyenta visitas. Cultiva más silencio que quejas.

6.⁠ ⁠Nada de autocompasión. Ser adulto mayor es un privilegio, no un castigo.

7.⁠ ⁠“En mi tiempo” ya pasó. Vive tu hoy con brillo en los ojos.


Actitud y Bienestar

8.⁠-Ten planes. El mañana solo llega para quien lo espera con café preparado.

9.⁠ ⁠No te conviertas en un boletín médico ambulante. Nadie quiere escuchar sobre tus dolores 24 horas.

10.⁠ ⁠Ahorra. Cualquier cantidad guardada es señal de sabiduría.

11.⁠ ⁠Olvida el pago a plazos. La persona adulta mayor paga al contado o no paga.

12.⁠ ⁠Ten un seguro de salud o dinero ahorrado. La enfermedad no avisa.

13.⁠ ⁠Planea tu funeral. Sí, es extraño. Pero evita confusiones después.

14.⁠ ⁠Deja todo en orden. Testamento, cuentas, recados. Vive ligero.


Mente ligera, corazón tranquilo

15.⁠ ⁠Desconéctate un poco de las noticias. El mundo no se va a acabar solo porque no lo viste.

16.⁠ ⁠Usa la TV para reír, no para irritarte.

17.⁠ ⁠Adopta una mascota. Ellos llenan lo que faltaba sin decir una palabra.

18.⁠ ⁠Muévete. Camina, planta, pinta, inventa. Quedarte quieto atrae telarañas.

19.⁠ ⁠Siempre mantente limpio y oloroso. Edad sí, mal olor jamás.


Sentido de la vida

20.⁠ ⁠Siente alegría por estar aún aquí. Muchos ya se quedaron en el camino.

21.⁠ ⁠Haz de tu casa un lugar donde las personas quieran estar. Eso solo depende de ti.

22.⁠ ⁠Usa la edad como puente hacia nuevos sueños, no como escalera hacia lamentos.

23.⁠ ⁠Vete dejando nostalgia, no alivio.

24.⁠ ⁠Ríe. Mucho. Y haz reír. La risa es el último músculo que debemos dejar caer.


Placeres de la vida

25.⁠ ⁠No guardes ese vino especial. Y ni la cerveza fría. Mañana puede ser tarde — ¡o puede que no tengas fuerzas para abrir la botella!

Y para finalizar:

Si leíste todo esto y te gustó...  

No seas tacaño con la sabiduría!

Comparte con ese amigo que ya vive en la casa de los 90 los 70, el que está llegando a los 60 y hasta con el nieto de 12 — porque la fila avanza y el tiempo no para. La vida es corta, pero la risa es larga.

¿Qué es resiliencia?

 


Cuando tu hijo te pregunte ¿Qué es la resiliencia?… no le des una definición. 
Cuéntale la historia real de Caramelo.

Brasil, 2021.
Una inundación arrasa con todo en São João de Meriti.
Y ahí, sobre el techo de una casa sumergida, un caballo queda atrapado.
Solo. Durante cuatro días.
Sin comida.
Sin agua.
Sin nadie a la vista.

Lo llamaron Caramelo.

La imagen dio la vuelta al mundo:
Un animal mojado, temblando,
pero de pie,
como si su alma se negara a caer.

No relinchaba pidiendo ayuda.
No intentó escapar.
Solo… aguantó.

Y cuando lo rescataron, millones lo sintieron como propio.
Porque Caramelo no fue solo un caballo salvado…
Fue el reflejo de lo que muchos hemos vivido por dentro.

Porque la lección no es que lo salvaron.
La verdadera lección es que no se rompió mientras el mundo a su alrededor se caía.

Eso es resiliencia.
No es quedarte esperando milagros.
No es hacerte fuerte por fuera.
Es resistir sin apagar tu luz.
Es estar solo… y aún así no perder tu dignidad.
Es confiar en que mereces vivir, incluso cuando nadie parece notarlo.

Enséñale eso a tus hijos.
No con discursos.
Sino con historias reales.
Historias como la de Caramelo…
Que no gritó. No huyó. No se rindió.

Porque a veces la vida te deja sobre un techo, solo, temblando…
y no sabes si vendrán por ti.
Pero si logras mantenerte en pie,
eso ya es un acto de valentía.

Resistir no es esperar ayuda.
Es no dejar que la tormenta te apague por dentro.

6 de agosto de 2025

El profe



Si eres maestro o algún día estuviste en un aula con uno de ellos , debes leer esto. Una supuesta entrevista a Don Mario Moreno Cantinflas.

Entrevistador:

—Don Mario… de todos los personajes que interpretó en su carrera, ¿cuál lo marcó más? ¿Y qué le enseñó a usted, como persona, más allá de lo actoral?

Mario Moreno:

—Mire usted, interpreté muchos oficios: fui barrendero, bolero, sacerdote, médico, policía… hasta político, aunque ese papel me costó más trabajo porque no se me daba eso de mentir con tanta naturalidad.

—Pero si me pregunta cuál personaje me dejó una marca en el alma… ése fue El Profe.

No por el aplauso, sino por lo que me obligó a mirar.

Interpretar a un maestro no fue actuar… fue recordar.

Recordar a los que nos levantaron el ánimo cuando todo parecía perdido, a los que nos creyeron capaces cuando nadie más lo hacía.

Me enseñó que ser maestro no es un personaje.

Es una resistencia diaria.

Porque un maestro entra al aula con 40 niños y sale con 40 mundos en la cabeza.

Y aún con su salario menguado, su escuela cayéndose, los papás ausentes y los políticos prometiendo… se planta frente al pizarrón como un árbol en medio de la tormenta.

Y no se cae.

¡No se cae!

-El Profe me enseñó que los maestros no sólo enseñan… también aguantan.

Y eso no debería ser.

No deberían aguantar hambre, ni desprecio, ni olvido.

Pero aguantan.

Y, aún así, enseñan.

Por eso digo que el maestro no es personaje.

Es héroe anónimo.

Es trinchera con paciencia.

Es patria sin aplausos.

-Y mire, yo lo dije y lo sostengo:

“Cuando el maestro enseña con ganas, aunque no tenga gis, ni libro, ni pupitre, ni techo, el alumno aprende… y hasta el gobierno se confunde.”

Porque el verdadero maestro no depende del sistema… lo enfrenta.

Reflexión: Así que si algún día usted se cruza con un maestro, no le pregunte cuántos grados tiene. Pregúntele cuántas vidas cambió. Y si le responde con humildad… entonces ya sabe usted que tiene enfrente a un gigante.