Cuando yo era niño, a mi mamá le gustaba hacer la comida del desayuno para la cena de vez en cuando.
Recuerdo una noche en particular, cuando ella había hecho el desayuno, después de un largo y duro día en el trabajo.
Esa noche hace mucho tiempo, mi mamá puso un plato de huevos, salchichas y bísquets muy quemados frente a mi padre.
Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba!
Sin embargo, aunque mi padre lo notó, alcanzó un bísquet, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela.
No recuerdo lo que le conteste, pero si recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al bísquet y comérselo todo.
Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los bísquets quemados.
Nunca voy a olvidar lo que dijo: "Cariño, me encantan los bísquets quemados."
Más tarde esa noche, fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los bísquets quemados. Él me abrazo y dijo: "Tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además - un bísquet un poco quemado no le hace daño a nadie”
La vida está llena de cosas imperfectas y gente imperfecta. Yo no soy el mejor en casi nada, me olvido de los cumpleaños y aniversarios como todo el mundo.
Pero lo que he aprendido con los años, es que aprender a aceptar los defectos de cada uno de nosotros - y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás - es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y duradera... donde un bísquet quemado no va a romper un corazón.
Podríamos extender esto a cualquier tipo de relación. De hecho, la comprensión es la base de cualquier relación o cualquier tipo de amistad.
"Así que por favor me pasas un bísquet? y sí, el quemado está bien"
Sé más amable de lo necesario, porque toda la gente que conocemos, en este momento están librando algún tipo de batalla.
...Todo lo que el hombre sembrare eso también cosechará....Sembremos cosas buenas, para recibir cosechas buenas...